La Policía Local de Sevilla puso ayer a disposición judicial a un hombre de 45 años tras dar positivo en una prueba de alcoholemia que multiplicaba por 11 el máximo permitido. Además, carecía de carné por haber perdido todos los puntos y había sido condenado por conducir ebrio en otra ocasión. Sucedió a última hora del jueves, cuando el vehículo fue interceptado entre Nervión y San Pablo-Santa Justa. La Policía lo detuvo y el hombre mostró claros síntomas de embriaguez. Con él iban su novia y la hija de ésta.