Una mujer de 80 años, natural de Madrid y habitual veraneante de Castropol, perdió ayer la vida mientras se bañaba en la playa de Penarronda. Se desconocen las causas concretas de su fallecimiento, aunque todo apunta a que sufrió un fallo cardiaco. Fue poco después de las tres de la tarde en la zona castropolense de este arenal que comparten Tapia y Castropol. Con éste es el tercer fallecimiento que registran los arenales asturianos en lo que va de verano. El último fin semana de julio falleció un vecino de Puerto de Vega de 73 años en Barayo (Navia-Valdés) y un vasco de 52 años en Buelna (Llanes).

La mujer se estaba bañando en compañía de un familiar en la zona oeste, un enclave conocido como "las Meninas". Este tramo está fuera de la zona vigilada por el servicio de salvamento; suele ser la parte más tranquila y menos frecuentada de este popular arenal. De repente, según testigos, la fallecida se sintió mal y empezó a pedir auxilio. Unos pescadores que pasaban por lo alto del acantilado presenciaron la maniobra y bajaron rápidamente a auxiliar a la mujer, mientras una bañista de Tapia que se encontraba en la arena corrió a avisar a los socorristas. "Actuaron con mucha rapidez e hicieron milagros, hay que destacarlo", subrayaron testigos.

El jefe del servicio de Salvamento y Socorrismo de Castropol, Rodrigo Vijande, explica que una vez que los socorristas llegaron iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), aunque no lograron salvarle la vida. La RCP se prolongó por espacio de 50 minutos, ya que primero intervinieron los socorristas y después el médico-rescatador del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), que se desplazó a bordo del helicóptero medicalizado, y el de Vegadeo, que llegó en ambulancia. "Se montó un revuelo tremendo", señalan los usuarios de la playa. Además del helicóptero del SEPA -que aterrizó en la arena- y el equipo médico veigueño, también se desplazó a Penarronda una patrulla de la Guardia Civil de Vegadeo y la Policía Local de Castropol.

Los que conocen la zona de Las Meninas explican que no se trata de un punto peligroso; carece de vigilancia y en marea alta suele quedar aislado del resto de la playa. No obstante, aunque en el arenal ondeaba ayer la bandera amarilla, los habituales descartan que la mujer fuera arrastrada por la corriente ya que en el momento del baño el mar estaba tranquilo.