El Rincón Asturiano de Miami lleva dos días cerrado a cal y canto. El local de comida típica de la región, regentado por la asturiana afincada en Florida Esther Quiñones, tuvo que bajar las persianas ante la inminente llegada del huracán "Irma". "Aunque parece que se ha desviado un poco, estamos preparándonos para lo peor", aseguró ayer a LA NUEVA ESPAÑA la titular del negocio. "De momento, no hay daños materiales en el restaurante y el personal está en sus casas con sus familias, pero vemos mucha agua, fuertes vientos y estamos sin electricidad", prosiguió.
Al cierre de esta edición, más de 800.000 casas y oficinas permanecían sin suministro eléctrico en Florida. Miami, situada al sureste del Estado, fue en un primer momento una de las localidades floridanas en el punto de mira del huracán, que cambió de rumbo hacia la Costa Oeste. Ayer a las seis de la tarde (las 22.00 horas en España) "Irma" alcanzó la ciudad de Tampa. Sus ciudadanos -allí reside una amplia comunidad de asturianos- se vieron obligados a permanecer en sus casas. "Sabemos que somos la 'zona cero' de este huracán; estamos a punto de tener nuestra propia versión del infierno", indicó el alcalde, Bob Buckhorn, alarmado ante la prevista llegada de "Irma" como marea ciclónica.
Por lo que respecta a los asturianos viajeros, más de veinte se vieron retenidos en Florida y Centroamérica a consecuencia del cierre de aeropuertos, indicó Íñigo Fernández, presidente de Operadores Turísticos y Agencias de Viaje de Asturias. En Cuba, "los turistas alojados en la zona del Malecón o en edificios altos han sido trasladados a lugares protegidos", informó Fernández, que también tenía constancia de "al menos un viajero asturiano en las Antillas holandesas, al que se le intenta buscar vía de salida".
Algo más de suerte en su regreso tuvieron los veinte miembros de una familia asturiana que pasaba sus vacaciones en los Cayos de Florida. "Fueron llevados a Orlando y desde ahí volaron a Londres y posteriormente a España", aseguró Íñigo Fernández.
