La policía japonesa ha hallado nueve cadáveres descuartizados en un apartamento de la ciudad de Zama, al sur de Tokio, que ocultaba su inquilino, de 27 años. El joven, identificado como Takahiro Shiraishi, ha sido detenido y se ha declarado responsable de al menos una de las muertes. Se trata de una chica de 23 años, a la que buscaban desde hacía días y que el arrestado conoció a través de las redes sociales. Ella escribió a finales de septiembre en internet que "quería suicidarse", aunque decía tener "miedo de hacerlo sola".

El lunes de la semana pasada, ambos tomaron juntos un tren en la estación tokiota de cercanías de Hachioji con dirección al domicilio del sospechoso, según muestran imágenes captadas por cámaras de seguridad. A partir de ese momento, la policía comenzó a inspeccionar la vivienda, en la que descubrió cabezas, miembros y otros restos humanos de nueve personas diferentes (ocho mujeres y un hombre) dentro de cajas y neveras portátiles.