Estíbaliz Valdés, la doctora a la que se imputa no haber ordenado una broncoscopia a una menor de 19 meses de Ibias y que se enfrenta a penas de hasta cuatro años, declaró hoy ante el juez y alegó que "fue un caso atípico, excepcional; en doce años de carrera no vi algo parecido". La menor falleció tras haberse atragantado con una palomita.

La médica aseguró que "extremé todas las precauciones, pero en medicina nunca se puede decir nunca o siempre". Y explicó que optó por no practicar la broncoscopia porque "era mayor el riesgo que el beneficio". Afirmó haber cumplido el protocolo y argumentó que un dos por ciento de los niños a los que se les hace esa prueba fallecen. Contó que, además de dos exploraciones, realizó unas placas y consultó a un compañero pediatra.

Durante el juicio también declaró la madre del bebé fallecido. "Te vuelves triste, arisca, paranoica, me entra pánico cuando mis dos hijos se ponen malos en Navidad, en Reyes o en las grandes fechas; estamos incompletos, nos falta algo, nos falta ella", señaló en el juicio, donde contó que "les dije (a los médicos) que se había tragado una palomita y no me creyeron, no nos tomaron en serio".

La madre agregó en su declaración que "es muy difícil, ellos están ahí, por los abogados, tan tranquilos y riéndose, y yo estoy hecha una mierda". El padre de la menor fallecida también intervino en el juicio y aseguró "es muy duro ver en el parque a los niños de la edad que tendría mi hija, hay que vivirlo".