La Guardia Civil atribuyó ayer un delito de imprudencia grave con resultado de lesiones al vecino de Covelo, propietario de los dos perros, que en la noche del sábado atacaron y causaron heridas de gravedad a María Dolores Álvarez, de 82 años de edad y que se encuentra hospitalizada en estado crítico después de que hubo que amputarle las dos piernas a la altura de las rodillas. Las diligencias fueron entregadas ayer en el Juzgado de Instrucción número dos de Ponteareas, que llevará el caso

Además se han abierto también diligencias administrativas en relación a la falta de documentación de los perros, que no estaban anotados en el Registro de Animales Potencialmente Peligrosos y carecían de identificación, no tenían microchip ni cartilla sanitaria.

"Buenos perros"

Los familiares de la mujer pudieron estar con ella unos momentos en la tarde de ayer e informaron tras la visita que la anciana se acordaba perfectamente de los hechos. Los dos animales que protagonizaron el ataque son un dogo de Burdeos y un cruce de las razas dogo de Burdeos y bóxer. Aún después de conocer los hechos, en la propia noche, la víctima aseguraba que "los perros son muy buenos". Será la juez la que decrete el destino de los animales aunque todo hace indicar que el propietario de los animales perderá sus derechos sobre ellos.

El suceso ocurrió pasadas las ocho de la tarde del sábado. María Dolores, a la que en la zona conocen como Lola, acababa de salir de misa. Caminaba desde la iglesia cuesta arriba cuando los canes, que estaban sueltos, la sorprendieron. Al parecer la anciana intento huir subiendo un murete que da una finca de su propiedad, pero los animales lograron tirarla al suelo y la arrastraron unos 30 metros, y ya en el portal número 7, en frente de la casa de los propietarios, le mordieron en repetidas ocasiones arrancando a dentelladas carne de las dos piernas.

"Fue espantoso"

Fue Concha Martínez, una hija la víctima, quien encontró a su madre. "Salí a buscarla con el coche porque no me respondía al teléfono y fue espantoso", explicaba ayer. Cuando circulaba con su turismo por el camino vio un zapato "y más adelante un bulto en el suelo y los perros atacando". Más cerca vio que era su progenitora y, cuando abrió la puerta del vehículo, la mujer, pese a la gravedad de las heridas, aún pudo decirle: "Non saias do coche que te comen a ti tamén".

Los perros que participaron en el suceso fueron retirados por trabajadores del CAAN de su domicilio en la madrugada de ayer, respondiendo al requerimiento realizado por la Guardia Civil. El propietario de los perros colaboró en la entrega de los animales, facilitando su retirada y manejo.

Habida cuenta los acontecimientos, y aunque los perros no mantuvieron una conducta agresiva o desafiante, se tomaron fuertes medidas para garantizar la seguridad de los trabajadores, propietarios y de los propios perros, tanto en la carga como descarga, trasladándose un veterinario al lugar de la recogida para la sedacción de los mismos.