La familia que trafica unida permanece unida. Eso es lo que debió de pensar una pareja de Lugo de Llanera que intentó que el hijo de 15 años de ella se iniciase en la venta de estupefacientes "puliendo" hachís a sus amigos y compañeros de instituto. El ministerio público pide penas realmente duras, de acuerdo con la gravedad de los hechos: cuatro años y medio de cárcel para cada uno de ellos. Los hechos ocurrieron en agosto de 2016, y el juicio tendrá lugar esta mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. En la causa está personado como acusación particular el padre del menor de edad.

Según consta en el escrito de acusación, el hombre, un culturista bilbaíno, de acuerdo con la mujer, dejó hasta en dos ocasiones sendos trozos de hachís en la mesita de noche de la habitación del joven. Las dos veces le dijo al chico que el precio de cada trozo de hachís era de 10 euros y que intentara venderlo entre sus amigos o bien en el instituto. Se supone que tenía que entregar el dinero obtenido al novio de su madre.

Negativa del chico

Todo ello ocurrió en presencia de la madre del menor, quien no dijo nada ni retiró en ningún momento el hachís de la mesita. Afortunadamente, el menor no accedió en ningún momento a las pretensiones de su madre y el novio de ésta y no se convirtió en el "camello" del instituto. Al contrario, contó lo que había ocurrido y los acusados terminaron detenidos.

El ministerio público considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública, relativo a sustancias que causan grave daño a la salud. Aparte de la pena de prisión, pide una multa de 40 euros a cada uno, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.