"Todo es por la custodia de mis hijos, es la única forma de quitarme de en medio", aseguró ayer Vanessa V. S., la madre de Lugo de Llanera acusada de permitir que su entonces novio le diese hachís a su hijo para que "lo consumiese o lo vendiese a los compañeros del instituto", como indicó el adolescente, que tenía 15 años cuando se produjeron los hechos, en el verano de 2016. El padre del chico, que está divorciado de la mujer, al enterarse de lo que estaba pasando presentó una denuncia en la Guardia Civil contra la mujer y su novio, un culturista bilbaíno llamado Igor A. G., que ahora tiene una orden de alejamiento respecto a la que fuera su pareja por maltrato.

Él también clamó por su inocencia. "Es absolutamente falso, jamás le he dado hachís al chico. Se lo juro, señora juez", dijo en el último turno de palabra del juicio, celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, bajo la presidencia de la magistrada María Luisa Barrio. A pesar de las manifestaciones de los acusados, el fiscal mantuvo su petición de cuatro años y medio de cárcel para cada uno de ellos.

El caso es difícil. Aparte de que se cruza una pelea por la custodia de los tres hijos de un matrimonio roto, hay además un proceso por abandono de familia contra la madre, al haber dejado solos a los chicos. La única prueba es el testimonio del menor, que ahora vive con su padre. Por otro lado, la Guardia Civil no encontró sustancia alguna.

En su declaración de ayer, el chico mantuvo su versión. "Fueron dos veces, durante el mes de julio, cuando me iba a la cama. Llegaron ellos dos (su madre y el novio de ésta) y me dejaron sobre la mesita la droga, para consumo propio o para venderlo. Ella no decía nada. Yo no lo cogí porque no quiero esos temas relacionados con mi vida (al parecer, según el padre, es deportista). Después, le dije a mi madre que no fumaba y que no quería hachís, pero ella no dijo nada", indicó.

Las dos hermanas del chico, que tienen 13 años y viven con la madre, aseguraron que su hermano les había dicho que no quería vivir con su progenitora y que denunciaba para "la custodia". Las defensas intentaron demostrar que la denuncia había sido orquestada por el padre del adolescente para quitarle a los hijos a la madre, que había iniciado otra relación. El letrado de Igor A. G. resaltó que hay "contradicciones", ya que en la denuncia habló de que le había dado la droga entre febrero y junio de 2016, cada dos o tres semanas, para cambiar luego y afirmar que se lo había dado en dos ocasiones, en julio y agosto. En la vista de ayer mantuvo que las dos veces que le dieron el hachís fue en julio. "El propio Juzgado de instrucción negó la entrada en el domicilio al no haber indicio alguno de que se traficase con droga", añadió. La defensa de Vanessa V. S., a cargo de José Luis León, denunció "el ánimo espurio de venganza de la denuncia", y añadió que no se sabe realmente qué se dejó sobre la mesilla, si hachís o chocolate Nestlé.

Tanto el fiscal como la acusación particular, a cargo de Manuel Vallina, descartaron que la denuncia buscase obtener la custodia. "Iba contra la pareja de su madre, que no es el padre y por tanto no influiría en el proceso de custodia", dijo el fiscal.