Un año después de que María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala (fallecido en 2011), recibiera dos balazos en la cabeza en el lavadero del negocio familiar de automoción que regentaba el marido de la pequeña de su cuatro hijos, y al que había ido a recoger su coche, continúan sin aclararse las principales incógnitas de una instrucción que sigue sustentada en gran parte de los indicios aportados por los investigadores, pero que no ha sido capaz de aportar pruebas directas que inculpen al único detenido por este crimen.

Unas conjeturas que la Policía cifra en más de una veintena y en las que se apoyó el magistrado José Luis de la Fuente para ordenar la detención de Miguel López dos meses después del asesinato como autor material e intelectual de mismo.

Al arresto le siguieron 39 días en la prisión de Fontcalent, de la que salió tras abonar una fianza de 150.000 euros y con la obligación de comparecer semanalmente en el Juzgado (lo que viene haciendo desde entonces) y la prohibición tanto de salir de España como de acercarse a Novocar. Un negocio en el que fue relevado por los propietarios (los cuatro hermanos Sala Martínez, entre los que se encuentra su mujer) y que hoy es ya historia junto al del rent a car que también gestionaba. Con el sospechoso en la calle, y tras el impulso inicial que se dio a un caso con todos los requisitos para atraer una atracción mediática sin precedentes (el modo en que se perpetró el asesinato, dinero, familia conocida aunque discreta pero con contactos hasta con la Casa Real, conflicto empresarial en el mismo núcleo...), la instrucción entró en un impasse que un juez no excesivamente proactivo rompió hace poco más de un mes al dar cinco días para que las partes pidieran las diligencias que consideraran antes de cerrar la investigación.

Un plazo que la defensa de Miguel López, el letrado Javier Sánchez-Vera, ha aprovechado para solicitar una batería de nuevas pruebas, entre las que destaca, por lo inusual, la práctica de una segunda autopsia a la víctima pero sobre las imágenes que se tomaron durante la realización de la primera.

La diligencia, acordada por el juez, se encuentra en este momento recurrida por Francisco Ruiz Marco, quien ejerce la acusación particular en nombre del hijo mayor de María del Carmen, Vicente Sala.

Hasta ahora los resultados de las pruebas de ADN y los de las herramientas localizadas en casa del principal sospechoso han caído a su favor. Falta por conocer el contenido de los aparatos electrónicos que se le incautaron. Y mientras tanto, la pregunta inicial sigue sin respuesta: ¿Quién mató a María del Carmen?