Un tribunal popular juzgará en la Audiencia Provincial de Pontevedra, muy probablemente a lo largo del primer semestre del año próximo, a los dos presuntos autores de uno de los últimos crímenes cometidos en Pontevedra. Se trata de la muerte de Pilar Fernández Otero, que falleció a los 87 años semanas después de recibir una brutal paliza durante un asalto a su vivienda en la parroquia de Lérez supuestamente a manos de los dos acusados, de 46 y 47 años de edad, que se llevaron un botín de 35 euros. La Fiscalía solicita penas que suman unos 29 años de prisión.

En apenas cuestión de meses (muy probablemente en el primer semestre del año que está a punto de comenzar), la Audiencia de Pontevedra acogerá el juicio por una de las últimas muertes violentas que se produjeron en la ciudad del Lérez. Se trata del brutal asesinato de Pilar Fernández Otero, la octogenaria de Lérez que murió el 10 de septiembre de 2016 como consecuencia de las lesiones que sufrió tras recibir una paliza durante un asalto a su vivienda que se habría producido semanas antes, el 30 de julio de ese mismo año. Y todo por un exiguo botín que apenas llegó a los 35 euros.

En el banquillo se sentarán dos varones de 47 y 46 años de edad, ambos con antecedentes policiales por robos, uno de ellos, un delincuente conocido entre las fuerzas de seguridad de Pontevedra y que acarrea múltiples condenas por delitos contra el patrimonio. Se trata de Constante S. P. y José Manuel G. C, para quien la fiscal Marta Durántez solicita penas que suman 28 años, 11 meses y dos días por dos delitos de robo en casa habitada, otro de robo de hurto de uso de vehículo y otro de asesinato.

Los hechos se remontan a un día antes al robo de la vivienda. La fiscal relata como Constante saltó la verja de entrada a la vivienda de Pilar Fernández (que tenía 87 años) y accedió al interior de la casa mientras José Manuel, tras llamar al timbre, entretenía a la víctima en la puerta de entrada. En aquel primer robo, ambos lograron apoderarse de cuatro anillos y una pulsera de oro de la víctima.

Los dos acusados debieron pensar que aquella mujer sería una víctima fácil de doblegar y no tardaron en regresar a la casa en la creencia de que podrían obtener un mayor botín. Apenas unas horas después, sobre la una de la madrugada del día siguiente, el 30 de julio, ambos robaron un Opel Corsa en la calle Alcalde García Filgueira de Pontevedra y, siempre según el relato de la Fiscalía, se dirigieron a la vivienda de Ramallás, en Lérez. Allí, saltaron la verja que protegía la entrada a la vivienda y entraron dentro cubriendo su rostro con un trozo de tela y "prevaliéndose de que Pilar vivía sola" en la casa y de su avanzada edad.

La mujer se vio sorprendida por la presencia de ambos en el domicilio, los cuales, insistiendo en el ánimo de apoderarse de aquello que de valor pudiera tener en la vivienda, y con el fin de que les dijese donde guardaba el dinero y estos efectos, "la golpearon reiteradamente" y sin que "la mujer tuviera oportunidad alguna de defenderse". Lograron apoderarse de apenas 35 euros y se fueron del domicilio, dejando allí "malherida y abandonada a su suerte" a la víctima.

Pilar Fernández fue trasladada a Montecelo, en donde permaneció ingresada hasta que falleció el 10 de septiembre de 2016. Curiosamente, apenas un día después, la Policía Nacional lograba identificar y detener a los dos presuntos autores de aquella violenta muerte, que ingresaron en prisión por orden del juzgado de instrucción el 12 de septiembre. Un jurado popular será el encargado de dictar veredicto sobre estos hechos en la Audiencia.