"Los cuerpos hablan", esta una frase habitual que repiten los forenses y en ello confían tanto las acusaciones como las defensas del crimen de Diana Quer. Una vez que José Enrique Abuín "El Chicle" confesó ser autor de la muerte, aunque por atropello accidental, y llevó a la Guardia Civil al pozo donde ocultó desnuda y lastrada con bloques de hormigón a su víctima, toda la atención se centra en la autopsia. Porque de momento hay muchas preguntas sin respuesta y la primera de ellas es si efectivamente fue atropellada, cosa que no parecía probable en la inspección preliminar. El Centro de Antropología Forense de Verín busca respuesta a estos interrogantes.

Hay un relato de lo ocurrido que a día de hoy solo conoce "El Chicle", cómo en que punto la mató, cómo y porqué. La explicación inicial de que la atropelló, falleció en el acto y se deshizo del cuerpo porque tenía en suspenso una pena por tráfico de drogas y antecedentes policiales por la violación de su cuñada en 2005 no convence a nadie, y parece que tampoco a él mismo pues ayer se negó a declarar hasta conocer el informe de la autopsia.

  • ¿Murió Diana atropellada? Es tal vez la respuesta más fácil de conseguir por los forenses porque un atropello mortal como el relatado por Abuín deja en la víctima fracturas claras. Nadie las vio inicialmente y si se desnucó al caer, estará el golpe.
  • ¿Estaba muerta cuándo arrojaron su cuerpo al pozo de la nave de Taragoña? Si los pulmones tienen agua dentro, es que ya había fallecido.
  • ¿Sufrió una agresión sexual? Es quizás el extremo más difícil de probar, ya que el agua en el que estuvo sumergido el cuerpo estos 16 meses habrá eliminado los restos orgánicos. No obstante el forcejeo u otro tipo de lesiones de defensa pueden aclarar lo ocurrido. "El Chicle" niega la existencia de un delito sexual y su abogado, José Ramón Sierra, dejará su defensa si se demuestra la agresión.
  • ¿Falleció estrangulada por la brida que se encontró a su lado en el pozo? Los investigadores apuntaron que la brida de plástico pudo utilizarse para asfixiarla o bien para maniatarla. En caso de estrangulamiento lo habitual sería que alguna de las vértebras o huesos del cuello se hubiera dañado, algo que podrá apreciarse. También se pueden detectar marcas de ataduras en manos o pies.
  • ¿Homicidio o asesinato? Las penas varían sensiblemente. Si se probara el asesinato y la agresión sexual la condena podría ser la prisión permanente revisable, siempre que siga en vigor ya que está a debate en el Parlamento.

Hay otras preguntas que se quedarán previsiblemente sin respuesta, salvo que José Enrique Abuin Gey decida contar la verdad. No se sabe dónde murió la joven, a la que subió a su coche en el paseo marítimo de A Pobra y realizó con ella un trayecto de unos 16 minutos hasta Taragoña, en función de los repetidores de telefonía que sitúan juntos los teléfonos de víctima y agresor hasta que el móvil de Diana se queda sin batería.