"Quiero fumar, ¿tenéis un cigarro?". Ha sido una de las primeras frases pronunciadas por Gonzalo Montoya a sus acompañantes nada más despertar en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El hombre -que fue dado por muerto hasta por tres médicos antes de que sus ronquidos alertasen de que estaba vivo en los instantes previos a practicarle la autopsia- se recupera en el hospital tras salir de un estado de inconsciencia total esta mañana.

Según fuentes sanitarias, el paciente evoluciona de forma favorable y lo más probable es que en un plazo de 24 o 48 horas sea dado de alta de la UCI y pase a planta del HUCA.

La pregunta que se hacen muchos, y en especial la familia Montoya, es: ¿Cómo pudieron certificar su muerte los médicos si estaba vivo? ¿Cómo es posible que estuviesen a punto de practicarle la autopsia? Según se ha podido saber hasta ahora, cuando Gonzalo Montoya fue hallado en la celda por los funcionarios, el hombre sufría una fuerte hipotermia y sus pupilas no respondían a los estímulos de luz que los médicos suelen emplear para determinar si una persona está muerta o no.