La sección segunda de la Audiencia Provincial ha concluido que Antonio López Mellado, "Finuco" -un antiguo socio de José Emilio Suárez Trashorras, el minero avilesino condenado por los atentados del 11-M-, compró por 200.000 euros al guardia civil Marcos Suárez Fernández, con el fin de que le informase si había alguna investigación abierta contra él y tratase de desviar la atención de los agentes. Por este delito de cohecho, el tribunal les impone tres años de prisión a cada uno.

Al "Finuco" le condenan además a otros cinco años de prisión por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. El tribunal impone penas que suman 64 años y nueve meses a 18 de los 21 acusados en este juicio, que deriva de la llamada "operación Tridente" desarrollada en Avilés y Gijón en el año 2012.

El tribunal absuelve a una pareja acusada de tráfico de marihuana, a la que se implicaba por unas conversaciones telefónicas, aunque los agentes no encontraron droga alguna en su vivienda. También a otro hombre al que la Fiscalía acusaba de participar en el delito de cohecho -aunque le imputaba inicialmente por estafa-, aunque el tribunal considera que no hay prueba alguna contra él. Curiosamente, la sección segunda de la Audiencia no ordena el comiso de los 18.000 euros encontrados en la taquilla del guardia civil condenado por cohecho, al considerar que no hay prueba alguna de que tuviesen origen en un pago del "Finuco". De hecho, en el juicio, el agente aseguró que eran sus ahorros, procedentes de dos indemnizaciones por accidentes de tráfico y de su padre.

El guardia, en el juicio, había asegurado que si preguntó a agentes del cuerpo sobre la investigación al "Finuco" era porque estaba infiltrado en la red para facilitar información. El tribunal no da credibilidad a esta versión, al tiempo que considera que lo que trató de hacer fue sonsacar a los investigadores. Además, señala el tribunal, hay pruebas de que, tras hablar con éstos, facilitó información a Antonio López Mellado.