La Fiscalía ha recurrido la puesta en libertad de los hermanos Sandulache, al considerar que existe riesgo de fuga o de reiteración delictiva. La Audiencia Provincial de Oviedo decidirá en próximos días sobre esta petición del ministerio público.

Tras su detención el pasado 20 de diciembre, los Sandulache permanecieron bajo custodia policial durante 72 horas y pasaron a disposición del Juzgado número 3 de Oviedo, cuya titular, Begoña Fernández, dictó la puesta en libertad de los detenidos, aunque en el caso de los hermanos Cristian Alin y_Sebastian Sandulache, líderes del clan, impuso la condición del pago de una fianza de 30.000 euros.

La Fiscalía se opuso a esta medida y pidió prisión incondicional, entre otras razones por la cercanía del juicio que se celebrará a partir del próximo 5 de febrero en la sección segunda de la Audiencia Provincial, y en el que los hermanos se juegan penas que suman 243 años de cárcel, la mayor petición por un delito de tráfico de personas que se haya producido en Asturias.

La gravedad de las penas que se solicitan podrían mover a los acusados a poner tierra de por medio. Ante la decisión de la jueza de dictar la libertad bajo fianza, el ministerio público presentó el recurso que ahora se está dirimiendo.

“Lover boy”

El clan está considerado por la Policía como uno de los más activos en la región. Tras su desarticulación en 2013, los Sandulache quedaron en libertad y pudieron reconstruir y ampliar, siempre según la Policía, la red de explotación de mujeres de nacionalidad rumana, captadas mediante el método del “lover boy” para luego ser prostituidas en clubes de alterne del centro de la región.

Las mujeres eran literalmente encerradas en pisos patera de Oviedo, donde se les impedía cualquier contacto con el exterior y eran dominadas bajo amenazas y agresiones, en ocasiones sexuales, siempre según la Policía.

Si a raíz de la operación de 2013 fueron procesadas seis personas, incluidos los hermanos que lideran la banda, en la del pasado diciembre han sido detenidas hasta doce, diez de ellas miembros del clan. En esta última operación hay dos testigos protegidas, frente a las once de la investigación de 2013. Los Sandulache se vieron involucrados hace unos meses en una agresión a un compatriota en Oviedo, pero las diligencias fueron archivadas.