Una paciente cayó el pasado sábado 31 de marzo de una ambulancia de soporte vital básico (SVB) de la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana cuando este vehículo sanitario circulaba por la autopista a la altura de Ondara y en dirección a Valencia. La mujer rodó por la calzada y quedó gravemente herida.

El accidente lo presenció Michael Kaworsky, un residente alemán de Moraira que conducía a unos 110 k/h (afirma que la ambulancia iba a una velocidad similar) tras el vehículo de emergencias. El conductor relató ayer a Diario Información que frenó a escasos tres metros de la accidentada. Se afanó en protegerla con su coche. La mujer yacía inmóvil y ensangrentada. Kaworsky hizo señales a los coches que venían detrás para que ralentizaran la marcha.

El testigo del accidente aseguró que todavía le cuesta dormir. Se confesó "traumatizado". "Vi que las puertas traseras de la ambulancia se abrían. Iba en mi coche a unos 500 metros de distancia. Cayó un bulto. Pensé que era una manta. Pero no. Era una mujer. Logré parar cuando estaba casi encima de ella".

"No sabría concretar la edad. Tendría entre 20 y 40 años. Pero estaba totalmente ensangrentada; destrozada. Seguía viva, aunque respiraba con dificultad.", precisó este vecino de Moraira, que aseveró que los dos ocupantes del vehículo de emergencias iban en la parte delantera y no se dieron cuenta de lo ocurrido hasta que él les hizo las luces y, por fin, advirtieron que habían "perdido" a la paciente. La ambulancia dio la vuelta y regresó en dirección contraria.

"Cuando llegaron los camilleros, les dije que había que llamar a un médico y a la policía. Pero no me hicieron caso. Subieron a la mujer de malas maneras en la camilla y en la ambulancia y se marcharon. Luego los adelanté con el coche. Esperé en el peaje de Oliva, pero siguieron adelante en dirección a València".

El testigo presentó el pasado 5 de abril una denuncia en el juzgado de Dénia. Pudo tomar una fotografía de la ambulancia. Sostiene que el conductor y el acompañante le dijeron que "la culpa de lo que había pasado era de la señora que yacía medio muerta en la carretera porque, palabras textuales, 'estaba loca'".

La Conselleria de Sanidad confirmó que había ocurrido el accidente y avanzó que ha abierto una investigación para aclarar cómo la paciente pudo abrir la puerta trasera de la ambulancia. Este departamento aseguró que la mujer sufre una enfermedad mental y que viajaba en la parte posterior de la ambulancia vigilada por un técnico y asegurada en la camilla con el cinturón.

Michael Kaworsky puntualizó que el accidente ocurrió poco antes de las 14 horas. Él iba al cámping de Daimús donde estaba pasando las fiestas de Semana Santa y Pascua con su familia. Conducía a unos 500 metros de la ambulancia, que llevaba encendidas las luces de emergencia.

Afirma que el accidente le causó una «gran conmoción» y que está muy preocupado por la suerte que puede haber corrido la mujer. "Temo que no haya sobrevivido. Las heridas eran muy graves", advirtió.

Acudió a la Guardia Civil de Gandia para presentar la denuncia. "Pero estaba cerrada por fiestas. Y la Policía Nacional y la Local me dijeron que no era competencia suya, sino de la Guardia Civil de Tráfico de Alicante, pues el accidente había ocurrido en esta provincia". Finalmente, presentó el pasado jueves una denuncia en el juzgado de instrucción número 2 de Dénia.