Un granadino de 70 años, un antiguo carnicero del municipio de Huétor Santillán, ha sido detenido por apuñalar a un familia -primo de su mujer-, Enrique Sánchez Madrid, quien en 1985 mató a la hija de cuatro años del presunto agresor de una manera espeluznante. El septuagenario quedó en libertad con cargos y se ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido el jueves de la semana pasada en un domicilio de la calle Pedro Antonio Alarcón de la capital granadina. El cuñado sufrió cortes profundos en ambas manos y en el tabique nasal. Cuando fue detenido, durante la pelea, el hombre de 70 años amenazaba al herido, al que acusaba de haberle intentado robar. En ese momento ninguno de los dos comentó la vinculación familiar que tenían.

Enrique Sánchez Madrid fue condenado a 40 años de prisión, de los que cumplió 23. En 1985, cuando tenía 22 años -ahora tiene 54-, atrajo a Anabel Fernández Sánchez hacia los corrales de una casa deshabitada, con la supuesta intención de comprar "gusanitos". Una vez allí, intentó violar a la pequeña, pero no pudo, y Anabel murió de un fuerte golpe en la cabeza. A continuación, arrojó el cadáver a un pozo cercano. Lejos de confesar lo que había hecho, se fue a casa a cenar y ver la televisión, y al fin de semana siguiente se fue de discoteca.

La niña fue buscada durante días hasta que fue encontrada en el fondo de un pozo, gracias a dos perros especializados. Inicialmente fue detenido el autor del crimen y su hermano mayor, puesto que los perros habían rastreado la presencia de la niña en las inmediaciones de la vivienda en la que ambos vivían con su madre. Sin embargo, el asesino terminó confesando.