Juan José Fernández, detenido en una reyerta por intentar matar a un vecino, ya lo había intentado en al menos otras dos ocasiones. Su intención el pasado jueves era apuñalar a Enrique Sánchez, el hombre que asesinó a su hija Anabel hace 33 años. Pero en una vez anterior intentó atropellarle, aunque sólo le causó heridas leves. Y en otra, ambos se encontraron en un bar y el padre de la niña le propinó un fuerte golpe en la cabeza. El agredido nunca acusó al padre de la niña de intento de homicidio.

El origen de la reyerta es archiconocido en la localidad granadina de Huétor de Santillán. La pequeña Anabel desapareció un buen día. Enrique Sánchez, que entonces tenía 22 años, y su hermano mayor Anastasio participaron en las labores de búsqueda de la niña durante al menos un par de días. Hasta que Enrique confesó ser el autor el crimen. Intentó violar a la niña y después la mató arrojándola a un pozo.