La joven letona Megija Bogdanovica, Maggie, nacida en 1997, fue encontrada muerta en la aldea quirosana de Eros, donde vivía temporalmente sola. En la mañana de ayer, lunes, una vecina, extranjera, de Salceo se acercó hasta el lugar, pues hacía varios días que no tenía contacto con ella, y se la encontró fallecida. Acudieron los servicios sanitarios del centro de salud quirosano, que certificaron el fallecimiento. El juez y el forense acudieron junto con agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil con base en Mieres, que se encargó de bajar el cuerpo por un embarrado camino hasta el pueblo de Salceo. En principio, parece que no hay signos de violencia aparentes en el cadáver y que la muerte podría deberse a causas naturales. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de La Corredoria, en Oviedo, para su examen. La autopsia aclarará las causas de este luctuoso hecho.

Los familiares de la joven también llevaban dos días sin tener noticias de ella, según explicó a LA NUEVA ESPAÑA una prima suya, Marija Moce, preocupada por los pasos que debían darse para la repatriación del cadáver. Megija Bogdanovica, que tenía una hermana más pequeña, estudiaba Medicina en la Universidad Stradins de Riga, según un antiguo compañero de instituto. Maggie había estudiado en la Escuela de Gramática Alemana de la capital letona, con buen aprovechamiento.

Voluntariado

Según personas que la conocieron en Asturias, llevaba un mes aproximadamente en el municipio. Había estado en otro pueblo de Quirós durante quince días, colaborando mediante el sistema de "workaway", una especie de voluntariado a cambio de comida y alojamiento que se ha puesto de moda.

Llevaba en Eros otros quince días, cuidando unos perros de una familia danesa, asentada en el pequeño pueblo, que está ausente en la actualidad. Llevaba varios meses en España pues había estado también en Barcelona y Santander. Allí le habían robado la maleta y se encontraba, temporalmente, sin documentación. La familia quirosana que la acogió destaca que "era una chica encantadora, muy buena niña".

Eros pertenece a la parroquia de Salceo, en la zona quirosana del Aramo, no cuenta con acceso rodado. Está cercano a uno de los barrios de Salceo, la Villa. Llegaron a vivir nueve vecinos hacinados en pequeñas casas. En la actualidad tan solo hay cuatro inmuebles. El 2 de noviembre de 1974 se fue el último vecino. Hace unos años una familia vasca compró las edificaciones pero no llegó a rehabilitarlas.

Desde hace unos meses dos familias, una danesa y otra inglesa, viven en Eros. Se encuentran restaurando las casas para habitarlas pese a que la comunicación con Salceo es a través de un estrecho y embarrado camino que no permite el acceso a ningún vehículo, salvo quizás una moto o un quad.

Los vecinos de Quirós se mostraron sorprendidos al conocer la desgraciada noticia. Desde hace un tiempo varias familias foráneas se van asentando en distintos pueblos del concejo pero no mantienen, salvo excepciones, mucha relación con la población local. El paso de Megija Bogdanovica por el concejo fue breve y desgraciado. Apenas había salido de las dos localidades donde había estado haciendo ese tipo de voluntariado. En Eros estaba viviendo sola porque la otra familia residente no se encontraba tampoco, pues la vivienda estaba en obras. La repatriación de la joven podría llevar varios días.