Las tres mujeres rumanas convocadas como testigos y perjudicadas en la denuncia presentada contra J. R. T. G., supuesto propietario del club Model's de la localidad sierense de Granda, se ratificaron y ampliaron en la mañana de ayer el contenido de la misma ante el titular del Juzgado número 3 de Pola de Siero. J. R. T. G. ya declaró hace tres semanas ante el juez, contestando solo a las preguntas de su letrado y rechazó hacerlo a las de la acusación particular, para negar que fuese el dueño del establecimiento, así como los extremos de la denuncia presentada por trata de personas, delito contra la salud pública y prostitución. Las mujeres indicaron hace unos días a un medio nacional que el dueño del local las obligaba a mantener relaciones sexuales con él y sus amigos de forma gratuita. J. R. T. G. no acudió en la mañana de ayer al Juzgado, pero sí su letrado, el gijonés Ricardo González. También el letrado de la acusación particular, Miguel Mérida, que lleva los intereses de los firmantes de la denuncia, dos particulares.

La declaración se inició a las diez y cuarto de la mañana y se prolongó hasta cerca de la una y media de la tarde, con un receso de media hora. Las mujeres contestaron a las preguntas planteadas tanto por el juez, la defensa de J. R. T. G. y la acusación particular. Así, indicaron que éste era el verdadero propietario de este establecimiento, aunque él viene insistiendo en que no tiene que ver con la actividad de prostitución que se produce en el mismo. Hay que resaltar que, en los últimos años, los clubes de alterne se presentan como hoteles, restaurantes o salas de fiestas y sus propietarios tratan de desligarse de cualquier actividad de prostitución indicando que lo que ocurra en las habitaciones es una cuestión particular entre las personas que las alquilan.

La empresa del Model's sostiene que la denuncia responde a una venganza por desavenencias con otro empresario por la marcha de un negocio. Se trataría del burdel Love de La Junquera, en Gerona. No obstante, el letrado de estos particulares, el malagueño Miguel Mérida, descarta inquina alguna pues los actores de este procedimiento y el de Gerona "son personas totalmente distintas y que nada tienen que ver los unos con los otros". Las declarantes de ayer desmintieron que su deposición tenga que ver con el asunto de Gerona y que haya estado dirigida, ya que solo está guiada por el deseo de terminar con su situación de explotación insoportable.

En la denuncia se apunta a la presunta explotación de extrajeras en el club de alterne. Las tres testigos de ayer trabajaron un tiempo en el burdel, cuyo cierre ordenó la sección tercera de la Audiencia Provincial el año pasado. El fallo está recurrido.

Las mujeres aseguraron a un medio nacional que, aunque no eran obligadas a prostituirse, sí eran forzadas a tener relaciones sexuales gratis con su jefe y los amigos. Llegaban a tener hasta 25 relaciones en una noche. Las declaraciones de estas mujeres han motivado que J. R. T. G. anuncie a través de su abogado una querella por calumnias. Las mujeres confesaron sentir pavor por el denunciado, motivo por que el que prefirieron no ser entrevistadas por LA NUEVA ESPAÑA.