La montaña asturiana ha vuelto a cobrarse otra vida. Juan José Domínguez, de 48 años, casado y sin hijos, agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la Comisaría de El Natahoyo, fallecía ayer tras sufrir un accidente mientras escalaba una pared en el núcleo morciniego de Otura. El hombre, un experimentado montañero, cayó desde una altura en torno a 80 metros, y ni su compañera de escalada ni los otros deportistas que en ese momento se encontraban en la zona pudieron hacer nada por salvar su vida. El fallecimiento de este agente ha dejado conmocionada a la Comisaría del barrio de El Natahoyo, donde el policía era una persona muy querida.

Jeniffer Duque lleva pocos meses escalando, afición en la que se inició por su novio, Pablo Fernández. Junto a otro vecino, Rubenín, había acudido un fin de semana más a seguir practicando. Sin embargo, la mañana se truncó cuando ni siquiera había comenzado a trepar la pared. "Lo vi caer en sólo un instante", señalaba Jeniffer Duque, aún con el susto en el cuerpo por la situación vivida. Los vecinos de Otura también supieron que algo no iba bien. Rubén Cachero estaba en su huerto trabajando cuando escuchó un desprendimiento poco habitual. "Estoy acostumbrado a escuchar caer piedras de la montaña, pero cuando oí el ruido supe que algo había pasado", confesaba. Poco después, por delante de su casa pasaban los agentes del GREIM a rescatar el cuerpo sin vida de Juan José Domínguez.

El suceso se produjo poco antes de las doce de la mañana. Juan José Domínguez había ido a practicar escalada a Morcín, en una zona conocida como la escuela de escalada de Otura, donde se congregan bastantes aficionados a este deporte. Llegó con una compañera de la Comisaría. Junto a ellos había otros dos grupos de escaladores.

En un momento dado y por causas que se desconocen, el agente se desplomó y cayó desde una altura de unos 80 metros. Rápidamente, los otros escaladores que estaban en la zona, dos de ellos médicos, trataron de ir a socorrerle, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. Su compañera, que estaba en una zona de reunión, tuvo que ser ayudada a descolgarse de la pared por otro escalador, Pablo Fernández, un joven morciniego de 24 años.

Pocos minutos después de dar el aviso llegaba el helicóptero medicalizado del SEPA, cuyos profesionales sólo pudieron certificar la muerte de Juan José Domínguez. "No sé qué pudo pasar, yo estaba sujetando a un compañero que estaba escalando y solamente lo vi caer", relató Pablo Fernández, cuya primera reacción fue tranquilizar a la otra agente, preguntarle si estaba bien asegurada y ayudarla a bajar. "Lo primero que pensé fue en que no hubiera más víctimas", aseguró este montañero, un habitual de esta zona de escalada, que no se explica qué pudo ocurrirle a Domínguez.

Hasta la zona se acercaron una patrulla de la Guardia Civil de Riosa, agentes del GREIM de Mieres y Policía judicial de Tudela Veguín. Tras analizar cómo rescatar el cuerpo sin vida del agente, finalmente se decidió que fuera el helicóptero de la Guardia Civil el que trasladara los restos mortales de Juan José Domínguez al Anatómico Forense. Varios montañeros ayudaron en la operación.

Sus compañeros definen a Domínguez como una persona "discreta" que había trabajado en la sala del 091, la de conexión directa con el ciudadano que solicita la ayuda de la Policía. Actualmente era "patrullero". Domínguez era además hermano de la actual jefa de la Unidad de Familia y Mujer de la Comisaría de Gijón.