La erupción explosiva que se registró en la madrugada de jueves en la cima del volcán hawaiano Kilauea creó una nube de más de 9.000 metros de ceniza que obligó a realizar desalojos. "En cualquier momento la actividad puede hacerse más explosiva, con más producción de cenizas y produciendo proyectiles cerca de la fumarola", alertó el Observatorio de Volcanes de Hawai.