La descomunal explosión de un taller clandestino de pirotecnia tiñó de luto ayer a la aldea de Páramos, en Tui (Pontevedra). Al menos hay una mujer muerta y 28 personas heridas por la deflagración, que destruyó una veintena de casas y que generó una onda expansiva que se sintió a cuatro kilómetros de distancia. La víctima mortal es una mujer atrapada bajo su vivienda. Siete de los heridos son menores de edad. Es aún pronto para saber si hay más víctimas, aunque el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, apuntó en esa dirección. Los TEDAX finalizaron a las diez de la noche de ayer la retirada del material pirotécnico dispersado por doquier, para franquear el paso a los Bomberos, que al cierre de esta edición aún removían escombros.

La Guardia Civil detuvo a Francisco R., propietario de la pirotécnia "La Gallega", cuya fábrica en Baldráns había sido cerrada por el ayuntamiento. Se le imputan los delitos de homicidio, imprudencia y estragos. Todo indica que trasladó el material a la casa de un pariente. Fue allí donde se produjo la tremenda explosión a las cuatro y veinticinco de la tarde. La deflagración recordó a la sucedida hace 20 años en Huerres (Colunga), en la que murieron el dueño de una pirotécnica y sus dos hijos.