Decenas de personas se acercaron en la tarde de ayer al tanatorio de Laviana (en la foto), donde quedó instalada la capilla ardiente de Marta Pérez Alonso. Su fallecimiento ha sido un tremendo golpe para sus padres, sus dos hermanos y el restos de familiares, que ayer no tenían lágrimas suficientes para expresar su dolor. No sólo ellos, los vecinos, amigos y conocidos de la joven no podían esconder la consternación que ha causado esta muerte en la flor de la vida. Hoy será enterrada en el cementerio parroquial, tras un funeral.