Dos niñas fueron halladas muertas anteayer domingo en una vivienda de un cuartel de la gendarmería francesa cerca de Lyon, en el centroeste de Francia. Las niñas, nacidas en 2012 y 2014, y por tanto de cinco y tres años de edad, fueron halladas por su madre en el dormitorio, adonde se habían retirado a dormir la siesta. Los bomberos intentaron reanimar a las niñas sin éxito. La madre, conmocionada, tuvo que ser hospitalizada, pero posteriormente quedó bajo custodia de las fuerzas de seguridad, al sospecharse que tuvo algo que ver en la muerte de las niñas.

El padre de las menores, un oficial de la brigada de gendarmería de Limonest, estaba ausente en el momento en que aparecieron los cuerpos, y fue interrogado más por los investigadores, al igual que otros testigos.

La fiscalía de Lyon abrió una investigación para determinar las razones del fallecimiento. Fuentes de la prensa mencionan la posibilidad de que las niñas fueran envenenadas por la madre, disconforme con el proceso de separación que había iniciado la pareja. La investigación de todo este asunto se ha abierto por "asesinato", según fuentes de la gendarmería francesa.