En corto y por derecho

El hombre que nunca envejecía y leía a Chirbes

El escritor valenciano Rafael Chirbes es el autor de la novela que, para algunos, mejor describe aquella deslumbrante España del ladrillo y pelotazo que yace ahora entre los escombros de la ruina económica actual. "Crematorio" es un libro imprescindible, como imprescindible es también "En la orilla", que, sin ser su segunda parte, sí cuenta lo que vino después: el cenagal de la recesión. Con ambos libros recibió Chirbes el Premio Nacional de la Crítica. Pero, sin duda, el gran premio que Chirbes ha recibido es que Javier Fernández, presidente del Principado y Lector Supremo del socialismo asturiano, acaba de elegir "En la orilla" como obra de referencia para este verano. En una reciente entrevista televisiva, JF recomienda la última obra de Chirbes y dice del libro: "Me parece formidable. Es un libro muy, muy profundo sobre la crisis y las secuelas políticas, económicas y morales de esta situación". La novela es, sin duda, de lo mejor, aunque probablemente no llegue a la altura de "Crematorio". Lo que sí está claro es que si usted no anda muy sobrado de optimismo, mejor que se decante por otras lecturas. Eso sí, si desea seguir los pasos lectores del Presidente tiene que leer mientras escucha a El Cigala, Sabina, Víctor Manuel y Serrat, que es lo que escucha JF.

En la misma entrevista, Fernández transmite cierta nostalgia. Dice que lo mejor de las fiestas de prau es que "eres joven cuando vas a ellas". El hombre que nunca envejecía, desde que sufrió el episodio coronario, descubrió que no es inmortal, según propia confesión. Quizá para remediar esa añoranza de la inmortalidad debería mudarse al pueblo italiano de Sellia, una región en el sur de Calabria, que acaba de aprobar una ordenanza donde establece la "prohibición de morirse" a sus vecinos. El 60% son mayores de 75 años. El Ayuntamiento ha reforzado los servios sanitarios, pero ahora exige a los ciudadanos que cuiden su salud con el fin de frenar el acusado despoblamiento. Y advierte que aquellos que el Consistorio detecte que no se cuidan o que siguen hábitos perjudiciales para la salud deberán, sencillamente, pagar más impuestos.

Compartir el artículo

stats