Hace algunos días el Ministerio de Fomento hizo pública una propuesta para recortar en diez minutos el trayecto por ferrocarril entre Asturias y Madrid mediante una inversión de 1.000 millones de euros entre Pola de Lena y Gijón/Avilés. La misma ministra que está siendo incapaz de invertir el 25% de esa cantidad, en la variante de Pajares, para reducir en más de un hora la distancia que nos separa de Madrid, quiere hacernos creer ahora que va en serio con esta propuesta "estrella".
En realidad la señora Pastor trata de entretenernos con un futuro "asalto a los cielos" para evitar dar explicaciones por todos sus incumplimientos del presente.
Se comprometió a acabar la Autovía del Cantábrico en Asturias en 2013 y no fue una realidad hasta finales de 2014. El presidente Rajoy anunció en sede parlamentaria que un túnel de la variante de Pajares estaría disponible para el paso de trenes en 2014 y a día de hoy no se atreven, tan siquiera, a indicar una fecha aproximada para ello.
Menos conocidos son los anuncios de los diputados asturianos del PP en el Congreso. En una Comisión de Fomento, celebrada el 11-3-14 indicaron que se iba a solucionar el "fondo de saco" de León "en un plazo no superior a dos meses" y que "dentro de un año" "podremos venir en AVE desde Asturias a Madrid, utilizando uno de los túneles de la variante de Pajares".
La razón fundamental de estos incumplimientos está en los bajos niveles de inversión del Estado en nuestra Comunidad Autónoma. Asturias dejó de ser una prioridad para el Gobierno Rajoy y así nos va. El Grupo Fomento ha invertido aquí, anualmente, entre 2012-2015 un 64,5% menos que entre 2005-2011. No cumplen tan siquiera lo que plasman en los Presupuestos Generales del Estado. En 2012 nos adjudicaron 180 millones de euros y se ejecutaron 67, el 37,7%. Ese mismo año el nivel de ejecución en Galicia fue del 76,7% y en Castilla y León del 62,2%.
El caso de la variante de Pajares es paradigmático. Entre 2015 y 2011 se certificaron obras a una media anual de 367 millones de euros, pero entre 2012 y 2015 122,5 millones de euros, un 66% menos. Y para 2016 nos anuncian 185,5 millones de euros que dejarán, como habitualmente, de ejecutar en buena medida.
Pero es que además el anuncio "estrella" de Fomento para Asturias es, técnicamente y sencillamente, increíble.
Las trazas previstas circulan bajo los campos de explotación de las antiguas minas de mercurio de Muñón Cimero y la Soterraña, minas subterráneas que podrían interferir con uno de los túneles previstos. Además, en el caso de cortar filones de cinabrio vírgenes, habría que hacer un tratamiento especial tanto de las aguas como de los escombros, por su elevado contenido de metales pesados.
Pero lo más grave es que los trayectos previstos pasan todos al este del pozo Montsacro, que con el de San Nicolás explota una serie de capas de carbón subverticales y de elevado espesor. Campo activo hoy, lo que plantea varios problemas. ¿Vale más la explotación del carbón o esta infraestructura? Además en los próximos 20 o 30 años estará activa la subsidencia minera, lo que podría afectar a la estabilidad de los túneles. Por último, está el tema de la deserción del gas metano que, dado el método que se siguió en esta zona para la explotación minera, permite suponer una emanación continua de gas. Como curiosidad la propuesta hecha pública pasaría bajo el Pico Lusorio, el punto donde en 1995 se produjo uno de los accidentes más grave en toda la minería de Hunosa, con derrabe y explosión.
Todo ello se desprende de los propios anexos que acompañan a este anuncio electoralista. En realidad, con él sólo tratan de repetir una vieja estrategia, la que los conquistadores de América pusieron en marcha con sus nativos: cambiar espejuelos y abalorios por metales preciosos. En nuestro caso, hacer olvidar una legislatura de sequía para las infraestructuras asturianas con un proyecto y una inversión sencillamente increíbles por mucho que se revistan de brillo y colorín.
