Alberto Menéndez

El nuevo reto presupuestario

La consejera de Hacienda del Principado, Dolores Carcedo, se enfrenta al reto de sacar adelante los Presupuestos del Principado para 2016 siendo muy consciente de que las condiciones para conseguirlo son las peores con las que se ha encontrado un Ejecutivo autonómico. Lo primero, porque el respaldo del Gobierno del socialista Javier Fernández es el menor que ningún gabinete anterior tuvo: sólo, seguros, 14 de 45 diputados. Y luego, por las fechas en las que se deberían elaborar y supuestamente negociar las cuentas regionales, que en esta ocasión son coincidentes con las elecciones generales, que presumiblemente se celebrarán a mediados del mes de diciembre. Un cóctel explosivo, por lo tanto, para las pretensiones del gabinete del PSOE.

Los últimos Presupuestos, los del actual ejercicio, fueron pactados entre socialistas y populares. Que se repita ese acuerdo es muy pero que muy difícil, más bien imposible, según coinciden en señalar dirigentes tanto de uno como de otro partido. Y para confirmarlo sólo hace falta ver y oír las últimas comparecencias de la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández. Tras permitir a Javier Fernández gobernar con cierta comodidad en los últimos meses de la pasada legislatura sorprende ahora la radicalización de la líder de los populares, cuyas críticas a Javier Fernández son cada vez más duras y desabridas. Puede que el entendimiento presupuestario alcanzado entre Dolores Carcedo y Mercedes Fernández hace poco menos de un año tenga que ver en el drástico cambio de actitud de la dirigente popular. Porque ciertamente el PP no sacó rentabilidad electoral al pacto en los comicios del 24 de mayo. Autonómicamente no consiguió beneficiarse de la hecatombe sufrida por el partido de Álvarez-Cascos y municipalmente perdió el poder en Oviedo y en otros significativos ayuntamientos asturianos. Así y todo, el PP ha pasado a ser la segunda fuerza en el Parlamento asturiano, algo que no es baladí: Mercedes Fernández ocupa ahora el puesto de jefe de la oposición en lugar de Cascos y no va a desaprovechar la ocasión de buscar el cara a cara parlamentario, el enfrentamiento, con el presidente del Principado. Si a todo esto se le une la cercanía de las generales está todo dicho. El pacto PSOE-PP es una entelequia.

Por si esto fuera poco, Dolores Carcedo va a tener muy complicado, no ya negociar, sino incluso sentarse a hablar con otros dos partidos: Podemos y Foro. En estas circunstancias, ¿alguien puede dudar de que la consejera de Hacienda se enfrenta a algo más que a un desafío?

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