Expresidenta de la junta local del PP de Gijón

Dimití voluntariamente

Los motivos de una retirada de la esfera pública

Seguramente la mayoría de los lectores de LA NUEVA ESPAÑA sabrán cuál fue el motivo de mi abandono de la política hace ya 31 meses. Por ello, discrepo absolutamente en lo que se refiere a mi persona de la crónica publicada ayer por este periódico. Me siento en la obligación de darle respuesta y salir del anonimato en el que llevo desde que decidí voluntariamente dejar la política y dimitir de todos mis cargos en el Partido Popular para volver a mi trabajo como médico.

En febrero de 2013, Mercedes Fernández impone antidemocráticamente una gestora en Gijón, con unos argumentos que no se sostienen, a sabiendas de que si convocaba un congreso no sería capaz de derrocar a la dirección que yo encabezaba como Presidenta, único objetivo para ella.

Tras esa ilegítima actuación, decidí voluntariamente dimitir de todos mis cargos en el PP y volver a mi trabajo como médico, llevando una vida alejada de la política activa como hasta ahora he hecho. Pero la crónica publicada ayer, donde se me incluye en un supuesto grupo que ha sido objeto de "poda" por Mercedes Fernández, me obliga a darle respuesta.

En primer lugar, yo no he sido elemento de poda, ni de esa señora ni de nadie. Yo me fui voluntariamente y dimití. Y lo hice con un discurso donde públicamente dejaba patente mis discrepancias con ella y con la dirección que representaba porque sin democracia no entendía la actividad política y porque reprobaba el autoritarismo con el que actuaba.

En segundo lugar, el resto de las personas que aparecen en dicha información, que yo sepa ni han dimitido ni han vuelto a su trabajo (algunos creo que nunca lo tuvieron fuera de la política) y siguen ocupando puestos de designación directa y remunerados. Pero eso no es de mi incumbencia.

Y en tercer lugar, decirle que yo podría haber seguido como concejala en el Ayuntamiento de Gijón (puesto que había sido elegida directamente por los ciudadanos) o haberme vuelto a presentar a la Presidencia del partido cuando tuvieron a bien convocarlo, tras sobrepasar todos los plazos estatutarios establecidos, porque seguramente lo habría vuelto a ganar. Por cierto, que ese congreso fue anulado por los tribunales, volviendo a poner en evidencia los métodos utilizados por la dirección regional.

También sugeriría que se diferencie bien la dimisión de la poda, aunque soy consciente de que los que dimitimos somos la excepción en nuestro país.

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