230424LNE ANGEL GONZALEZ 173522080

Nosotros contra ellos

Salvo honrosas excepciones, perfectamente localizadas en algunas regiones del mapamundi, la especie humana es arboricida, y por ello el depredador del árbol es el hombre. No hay nada personal en esto, diría el representante de la especie, sólo que la tierra rinde más y antes para otros destinos, y encima el árbol ocupa mucho espacio. El asunto es por tanto, como todo, de tiempo y espacio. En las zonas más urbanizadas del planeta no hay mucho sitio para árboles, y en las zonas aún selváticas la tierra rinde más para otros fines. Encima los árboles son muy rentables si se les corta deprisa.

Humanos y árboles viven en relojes distintos. La constante reducción de árboles per cápita, que un reciente estudio pone de manifiesto, tiene obvia relación con el crecimiento imparable de nuestra especie. Al final llegamos siempre a lo mismo, a que somos demasiados y cada vez más depredadores.

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