Rodrigo Rato Figaredo, exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar López, expresidente del Gobierno; exdirector gerente del FMI y expresidente de Bankia, no para de parar en su caída pública, que lleva con encomiable frialdad de Buster Keaton. El embargo de sus bienes al no hacer efectiva la fianza de 18 millones de euros por haber sido imputado por delitos fiscales, de blanqueo de capital y de corrupción entre particulares deja a la vista sus posesiones y su pensión vitalicia por haber aceptado y abandonado el Fondo Monetario Internacional. A la vista y al olfato porque, de momento, "ya la golió" o "golióla". También quedan a la vista en las investigaciones una maraña de empresas con nombres de empresa en paraísos fiscales donde siempre hace el buen tiempo de las vacaciones. La prensa canalla asturiana del corazón y de viajes, inexistente, le dedica dos portadas falsas que reproducimos junto a estas líneas. "Viaxes" tiene menos futuro, pero no descarten apariciones de nuevos números de "¡Madrefía!" (léase "Maaadrefííía"), no por falsos menos verdaderos.