Presidente de la junta de personal docente de la Universidad de Oviedo

El oxímoron de la Universidad de Oviedo

Los problemas en el inicio del curso en la institución académica asturiana

El oxímoron es una figura literaria que explicita una combinación de términos contradictoria pero encierra un significado coherente (por ejemplo, un silencio atronador). Esta figura es la que mejor define el inicio de curso 2015/2016 en la Universidad de Oviedo: el silencio atronador de agosto ha dado paso al caos organizado de septiembre. El Rectorado decidió hace dos cursos decretar el cierre y la obligatoriedad de las vacaciones en agosto para todo el personal, pero nadie pensó que dicha medida sumiría a la institución en una desorganización irregular (según centros). Así, hubo de aprobarse una precipitada ampliación del plazo de matrícula, muchos grupos están sin conformar e incluso parte del profesorado contratado en el nefasto proceso de selección de la convocatoria de plazas de asociados y ayudantes doctores del pasado mes de julio, no tiene asignada la docencia. Este proceso estuvo cuajado de irregularidades e ilegalidades manifiestas y denunciadas, que el Vicerrectorado y, en última instancia el Rector, no ha querido tomar en consideración. Un Rector que tuerce las cosas, es obviamente otro oxímoron.

Y no es el único caso. Desde la junta de personal docente e Investigador se le advirtió de la imposibilidad según la ley de convocar plazas de profesor titular para los investigadores del programa "Ramón y Cajal". En agosto, el Ministerio ha obligado a la Universidad a modificar la convocatoria de dichas plazas y ofrecer plazas de contratado doctor.

Es este un curso en el que la actuación del Rectorado y de muchos sectores de la Universidad se verá marcada por las elecciones a Rector en la primavera de 2016. Esta situación puede ser muy dañina para la Universidad, pues el Rector ya no parece sentir que deba liderar colectivamente la institución académica, por lo que se ha desvinculado del compromiso adquirido con la suma de voluntades que, en su momento, le prestaron su apoyo, y podría estar actuando sin encomendarse a nadie. Por otra parte, sectores implicados en la contienda por el Rectorado pueden sentirse tentados a negar toda propuesta que provenga de una dirección académica en retirada.

Nos encontramos ante un año crucial para la Universidad, pues el final del opresivo periodo del Partido Popular puede producirse sentando las bases de una Universidad más democrática, más transparente y más ecuánime, en la que queden definitivamente orillados el enchufismo y la endogamia académica o puede suceder que, para un Rectorado ya entregado, esta tarea no sea prioritaria y contribuya, incluso, a lo contrario.

El Gobierno del PP, acosado por la corrupción y la inminencia de diversos compromisos electorales que no se presentan nada halagüeños para ellos, está adoptando medidas que posibiliten una luz al final del túnel en el que estaban sumiendo a la Universidad (cuatro años sin renovación en sus plantillas). Ahora, el reciente decreto RD 10/2015 obliga a la contratación de personal fijo si se quiere posibilitar la promoción interna a cátedras, que llevan varios años igualmente congeladas, con más de 120 colegas de la Universidad de Oviedo acreditados. Obviamente no van a convocarse 120 cátedras, pues el citado decreto limita su número acotándolo por debajo del número de plazas en convocatoria libre (en este caso tendrían que convocar 120 titularidades) y mucho me temo que el discreto (por no decir imperceptible) Gobierno del Principado de Asturias no va actuar tampoco en esta ocasión de manera arrojada con su Universidad.

De la plantilla del personal de administración y servicios el RD no dice nada, o sea que se supone que los recortes sufridos en este colectivo no son susceptibles de enmienda. En resumen, que se van convocar muchas menos plazas de las necesarias y afectarán a muchas menos de las personas que están en disposición de acceder a ellas, por lo que el resultado, bajo un Rectorado en huida libre, será la supervivencia del más apto en la lucha por la existencia. Para que esa lid se produzca sin selecciones artificiales de un criador, hemos propuesto desde la junta de personal que se aprueben los criterios de prioridad antes de saber el número y la disponibilidad presupuestaria, para que la precisa torpeza del Vicerrector, otro oxímoron, no comience por elaborar la lista de "agraciados" y luego construya ad hoc los criterios. Todo esto se produce en la Universidad de Oviedo de Excelencia "Ad Futurum", lo cual es un latinajo que no expresa correctamente la realidad del presente para la cual propongo un oxímoron descriptivo, breve y lamentable: excelente chapuza.

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