Alberto Menéndez

Continúan las deserciones

La marcha de dos de los tres diputados de Foro

Todo empezó con las encuestas que vaticinaban un fracaso de Foro en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, unos sondeos que debieron de ser tan contundentes, tan convincentes, que el fundador del partido y su líder carismático, Francisco Álvarez-Cascos, decidió dejar la primera línea política para no tener que soportar la humillación de ver cómo su formación, que había llegado a ganar unas elecciones regionales en Asturias, quedaba reducida a jugar un papel secundario, residual. No se equivocó en nada Álvarez-Cascos: su partido pasó en sólo cuatro años de 16 a sólo 3 diputados.

Desde entonces, la descomposición de Foro ha sido evidente. Las fugas de dirigentes y de militantes de base han sido constantes, al igual que las tensiones internas. Llama sobre todo la atención la total falta de sintonía de la dirección regional del partido con la cúpula responsable de los casquistas gijoneses. Las relaciones son prácticamente inexistentes. Desde el principio, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y su equipo de confianza se opusieron radicalmente al nombramiento de Cristina Coto como sustituta de Cascos al frente del partido.

Lo pueden vestir como quieran, pero la marcha de dos de los tres diputados regionales de Foro es una deserción en toda regla. Se han ido porque, por las razones que sean, no aguantaban más. Nadie deja un escaño en un Parlamento a los cuatro meses de ser elegidos y al comienzo del primer periodo ordinario de sesiones. Y menos alegando motivos laborales y personales. No, hay otras razones, de índole política, para que Esther Landa y Argimiro Rodríguez hayan decidió dar un portazo e irse. O eso o deslealtad con el partido que apostó por ellos para cuatro años y al que dejan tirado al cabo de poco más de un trimestre. Dice Cristina Coto que "la gente no está acostumbrada a ver que los políticos vuelvan a su actividad profesional". Sí, puede que sea verdad, pero, sobre todo, no está acostumbrada a que vuelvan sin haber comenzado tan siquiera su actividad política.

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