Mercedes Fernández González, llamada "Cherines", presidenta del Partido Popular de Asturias, azote de comunistas y de impuestos de sucesiones, ha adquirido la muy sana costumbre de animar las sesiones de la Junta General del Principado. Unas veces son las cosas que dice, otras las que le dicen a ella, el caso es que en un pleno como el de esta semana, con un orden del día de 32 puntos, de esos que sólo aguantan los más fuertes, y seis grupos parlamentarios pasándose el uso de la palabra, hay en el hemiciclo quien agradece las intervenciones de Cherines como gotas de agua en el desierto. Este viernes, por ejemplo, Javier Fernández Fernández, presidente del Principado, hizo a la portavoz popular partícipe de su sorpresa por no haberla oído referirse esta vez a Izquierda Unida con aquello de "los comunistas" que ella usa a menudo. Le reprochó además que en su discurso "cada vez que hay un acercamiento hacia el Gobierno regional, IU se llena de comunistas", o que el PP apoyó los últimos Presupuestos del Principado "y a usted no se le puso cara soviética ni le salió un sarpullido leninista".
Mercedes Fernández no dispuso de turno de réplica para responder a eso, pero tampoco se marchó sin dejar caer un pequeño rejón, con todo el cariño, encima de la parte de la bancada que ocupan los diputados de Ciudadanos. Hablando de un asunto completamente inédito en la Cámara como es la fecha de puesta en funcionamiento de la variante de Pajares, Cherines recordó a los parlamentarios de la formación naranja que los expertos en economía de su partido no se manifestaron en su momento demasiado partidarios de las inversiones en Alta Velocidad. Lo dijo, eso sí, a su modo, asegurando no acordarse bien si aquello lo había dicho algún reputado economista fichado por Ciudadanos o "el chico del desnudo integral", en alusión a Albert Rivera Díaz, presidente de Ciudadanos, en abierta referencia a aquel cartel electoral en el que Rivera enseñaba algo más que el programa electoral.
