Mi estimado Isidro Fernández Rozada me replica sobre la apertura de la variante ferroviaria de Pajares. No voy a polemizar con él (conozco las obligaciones de la disciplina partidaria ), pero sí creo procedente hacerle algunas aclaraciones.
Dejemos las normativas a los técnicos. La comparación que me haces con el único túnel del Negrón, hasta mediados los 90 del pasado siglo, no se tiene en pie, porque el accidente en 1999 en el túnel del Mont-Blanc, con 39 personas fallecidas, cambió drásticamente las exigencias de seguridad en los túneles especiales europeos.
La mesura, querido Isidro, viene bien al caso, como indicas. Por eso creo que no os conviene sacar excesivo pecho popular al respecto de quien hizo más para que la variante ferroviaria de Pajares sea una realidad. Te recuerdo que entre 2005 y 2011, con gobiernos socialistas, se certificaron, en ella, obras a una media anual de 367 millones de euros, pero entre 2012 y 2015, con Mariano Rajoy y Ana Pastor, 122,5 millones de euros. Es decir, que lo que antes se invertía en un año, con vuestro gobierno se invirtió en tres. Por eso no se pudo abrir en 2014 como el actual inquilino de la Moncloa se comprometió en el Congreso.
Me alegra, por último, tu anuncio de que a finales de este año" los ciudadanos asturianos podrán estar en Madrid en poco más de tres horas". Es decir, que viajaremos ya por los túneles bajo el Pajares. De verdad que nadie se alegrará mas que yo. Hasta el punto Isidro que, si así es, te invitaré gustoso a comer en Campomanes, donde aprovecharé para convencerte de la necesidad de mejorar la seguridad de sus accesos viales.
Estoy seguro que aceptarás mi reto con deportividad, dada nuestra dilatada experiencia política, aunque nada comparable a la de los dieciséis militantes, de edad centenaria, que forman parte del censo del PP gijonés, sobre los que vuestra presidenta, Mercedes Fernández, nada tiene que decir.
