Exdirigente de Foro

El hijo pródigo y el cambio

La parábola del hijo pródigo (Lucas, 15, 11-32), semejante en muchos aspectos a la fábula de la cigarra y las hormigas (Esopo, 336), cuadra muy bien a la mentalidad del español, cuya idea es que el arrepentimiento basta por sí mismo para hacerse perdonar todos los errores, incluso contumaces, y hacer borrón y cuenta nueva.

Esto produce unos efectos terriblemente delicuescentes en el tejido social, porque está en juego el principio de responsabilidad: no importa lo que hagas ni lo que robes o dilapides, alguien (normalmente papá Estado) vendrá a solucionarte tus problemas sin necesidad de que tú hagas ningún mérito para ello, ni tengas que devolver lo robado o compensar lo dilapidado.

Nada de esto sería posible en una sociedad de mentalidad protestante, donde las deudas se pagan, y hay que hacer grandes méritos para enjugar los errores, por ejemplo, dimitiendo de un cargo público y dejando las sillas poltronas, cosa más bien rara por estos pagos. Suele explicarse esta terrible parábola acudiendo al concepto de magnanimidad de quien perdona y acoge, cuya suprema generosidad queda patente en el propio gesto. Este podría ser el caso de Cherines si no fuera porque su mano tendida a Foro no nace de la generosidad sino del agua que se le escapa por las costuras maltrechas al PP asturiano: "El agua tiene la cabeza muy fina", suelen decir los fontaneros.

El PP alberga la esperanza de que los votos de Foro se sumen a los suyos en las próximas elecciones del 20-D, consiguiendo con esa sinergia alcanzar la mayoría en Asturias. De otra manera los votos de Foro se perderían irremisiblemente ya que no conducirían a ningún escaño. Es inteligente y útil la postura del PP, pero ¿qué decir de la del hijo pródigo, que dilapidó todo el capital -la imagen forjada en el PP, dieciséis diputados, el gobierno, los mejores afiliados de Foro, el propio partido (más desecho ya que partido)- y que ha recogido el guante y va a dejar los últimos jirones de Foro en manos del PP para que haga con ellos trapos con los que taponar sus fugas?

¿Es este el momento de pactar con el PP? Sí, si el objetivo de Cascos es la laminación definitiva de Foro, que es lo que el PP conseguirá como efecto colateral. ¡Tanto nadar para morir en la orilla! Y eso después de que el líder carismático (¿?) manifestara, tras las elecciones de mayo, su satisfacción por que sus votos hubieran ido a Podemos y no a su odiado PP, que no crecía a sus expensas. Y su diputado electo -hoy ya desaparecido del mapa- resaltaba en la prensa, por boca de ganso, las excelencias del cambio que vendría de la mano de Podemos, en contra del lodazal del PP-PSOE. Pues con ese PP, a cuyo líder "Mariano Rajoy también lo van a relevar próximamente por haber seguido la política del avestruz en los casos de corrupción que vienen protagonizando renombradas figuras del Partido Popular, que se sintetizan en Bárcenas, y que no han sido afrontados como debieran, tanto con carácter punitivo como preventivo. ¡Es el cambio, estúpido!", es con el que ahora ha pactado Foro; con ese partido que hizo "frente común contra Foro para aislarlo e impedirle llevar a cabo su programa".

Ciertamente, "Politics makes strange bedfellows" (W. Churchill); tan extraños compañeros de cama como que Foro, que "no ha nacido ni para rendirse ni para resignarse" se ha echado en brazos de los corruptos del PP, aliados con los corruptos del PSOE. ¡Y eso que Foro venía a regenerar la política asturiana!

No, queridos excompañeros, el pacto de Foro con el PP no es ahora de ninguna utilidad para vosotros, aunque lo sea para algunos de los dirigentes a cambio de quién sabe qué. El pacto que hubiera tenido una verdadera utilidad para Foro y para Asturias era el que tenía que haberse producido en junio de 2011. Entonces habría habido mayoría absoluta, se habrían aprobado los presupuestos y Foro habría cimentado una supremacía política fundamentada en su mayoría, que le habría llevado a crecer sobre la base de un buen y eficaz gobierno. Ya sé que es una ucronía, pero tengo el convencimiento de que, en esta hipótesis, la situación política de Asturias, tras mayo de 2015, habría sido radicalmente distinta. Pero lo que ahora el líder carismático (¿?) admite, cual corderillo que va dócilmente al matadero, era entonces anatema.

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