Francisco Wenceslao López Martínez, alcalde físico de Oviedo (con el apoyo de la alcaldesa moral, Ana Taboada Coma, de Somos Oviedo, y del alcalde emérito, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", de Izquierda Unida, unidos para evitar que repitiera el exalcalde no electo Agustín Iglesias Caunedo), no sabe cómo organizar fiestas. Se notó en las del pasado San Mateo, en manos de Rivi y se nota más en la fiesta de la Rosa, celebración socialista local, que este año no se celebra por falta de una actuación de nivel regional o nacional. Este año era la primera fiesta de la Rosa con Alcaldía y querían montar una gorda. Pues ni Javier Fernández Fernández, presidente del Principado y secretario general de la FSA, puede ir, por problemas de agenda, ese órgano político hipertrofiado que produce cititis (inflamación de citas). En este momento la agenda de Fernández-Bis está bloqueada por el estado de emergencia nacional que le obliga a salir inmediatamente a salvar la unidad de España a las reuniones secretas que Pedro Sánchez Pérez-Castejón, secretario general del PSOE, anunció en el diario "El País". El presidente asturiano -republicano defensor de la monarquía, izquierdista que apoya al PP contra Cascos y por España- no quiere saber nada con Wences por el Lao de sus relaciones con Somos, marca local de Podemos.

Pero la fiesta de la Rosa es una tradición que no se puede perder. Que aprendan de otros a los que tampoco visita el jefe desde hace años y hagan figuras policromadas de Pablo Iglesias Posse, fundador, o de Felipe González Márquez, desmarxificador, y las saquen en procesión. O que hagan como esas discotecas que anuncian que estará Nicky, de "Gran Hermano", y traigan a una vieja gloria del socialismo central, qué sé yo, Gustavo Suárez Pertierra, que fue director general de Asuntos Religiosos, subsecretario del Ministerio de Defensa y secretario de Estado de Administración Militar, ministro de Educación, ministro de Defensa, muchas cosas más y, actualmente, presidente del patronato de la Fundación Oso de Asturias. Lo traen y lo petan. Si para hacer fiesta basta con tener ganas.