En corto y por derecho

A León en ascensor

Ana María Pastor Julián, ministra de Fomento, sitúa a finales de este año la conclusión de la obra civil de los túneles de la variante de Pajares. Los técnicos no lo ven hasta 2016, pero eso es porque no miran a las elecciones de diciembre y la Ministra no tiene ojos para otra cosa. En todo caso el tren hasta León da para mucho leer porque son dos horas y algo. Mientras tanto, Thyssenkrupp estrena este año el sistema Multi, que utiliza motores lineales en lugar de cables, lo que permite el desplazamiento horizontal y transforma el transporte por ascensor convencional en sistemas verticales de metro que arma un lío mental en el transporte. Hasta ahora veíamos trenes como los que unen las nuevas terminales de Barajas que se comportaban como ascensores en llano y paraban donde debían sin que nadie los accionara. Es decir, metros ascensores que responden a una lógica tumbada. La lógica tumbada siempre es más cómoda que cualquier otra lógica y debe ser aceptada porque es más concreta que la difusa. Un aeropuerto es un rascacielos altísimo tumbado (un rascasuelos larguísimo).

Los nuevos ascensores (que ya no sólo son ascensores y descensores, son también raseadores) se comportan como trenes verticales. Y ahí es donde Asturias tiene algo que decir: lo que daríamos los asturianos por coger un ascensor Multi en Gijón y que nos subiera a la planta de la Meseta, por ejemplo en la estación de León, para coger el primer AVE que pase. Thyssen no ha hablado de la velocidad de estos ascensores-descensores-raseadores, pero convendría mirarlo y negociarlo porque se parte de dos ventajas: 1) Acaso ganemos algo de tiempo. 2) Se puede negociar desde Gijón, sin necesidad de volar carísimo a Madrid para luego saltar en otro avión a buen precio hasta Düsseldorf, el aeropuerto más cercano a Essen, una de las sedes de Thyssenkrupp, para que te digan que eso lo tratan en Duisburgo, otra de las sedes de Thyssenkrupp. Hay que lo mirar, hay que lo mirar.

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