Contando con el beneplácito de mis compañeros del tribunal y antes del veredicto que ya adelanto ha sido positivo a favor del hasta ahora candidato a doctor, quiero expresar mi agradecimiento por el honor que me habéis brindado al presidir este tribunal de tesis, posiblemente en el último acto académico de mi universidad en el que vaya a participar. La Universidad ha sido todo en mi vida y así lo he entendido durante mis largos años de servicio publico. Eso lo ha sido y lo seguirá siendo bajo mi concepto de Universidad como servicio publico de la enseñanza superior, lejos de sectarismos, clientelismos y todos los ismos que se han acumulado durante las ultimas décadas de gobierno o gobernanza universitaria.
Por eso este acto constituye el mejor homenaje que como universitario tengo que celebrar junto el ultimo discípulo ya como estudiante, querido Daniel y sus directores de tesis el Doctor Miranda y la Doctora Blanco, ella fue la última la ultima y el primero que me acompañaron en nuestra aventura universitaria.
Como el ser universitario imprime carácter lo seguiré siendo y sufriré con todas vuestras vicisitudes o penurias que estáis pasando y me alegrare con todos vuestros éxitos dentro del grupo de electroanálisis. Traigo a colación el recuerdo de mi único, el único, que he tenido como maestro: el profesor Siro Arribas. ¿Cómo se puede romper con una tradición tan arraigada en nuestro departamento cual es la imposición de la insignia de Doctor al que ha hecho méritos tras largos años de sacrificio? ¿A tanto llega la mezquindad que no la pobreza de una universidad Excelente que no dispone de fondos para esa dádiva?
En fin, reitero mi gratitud por vuestra deferencia y en nombre del resto de miembros del tribunal y del mío propio transmito el sentir de todos ellos de felicitación por la buena tesis del Doctor Daniel Antuña, felicitación que se hace extensiva a la de sus directores Miranda y Blanco. La calificación por unanimidad ha sido la máxima, sobresaliente.
