En corto y por derecho

Siero es la solución

Francisco Wenceslao López Martínez, alcalde físico de Oviedo (con el apoyo de la alcaldesa moral, Ana Taboada Coma, de Somos Oviedo, y del alcalde emérito, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", de Izquierda Unida), se mosqueó por wasap con Ángel Antonio García González, llamado "Cepi", alcalde socialista de Siero con el apoyo -no oficial- de Eduardo Martínez Llosa, exalcalde de Siero por Foro Asturias Ciudadanos.

El motivo de mosqueo con wasapeo viene de la polémica boba sobre si Oviedo ha de ir a Siero o Siero a Oviedo surgida de una mala improvisación seudohumorística inspirada por la idea mexicana de hacer una ciudad deportiva del Real Oviedo en el enorme concejo vecino al capitalino. La ironía del alcalde de Oviedo fue respondida en igual tono por la del de Siero -"hay gente que trabaja en la capital y vive aquí"-, rejón a Wenceslao, que tiene casa en Meres. El wasap de Wences respondía sin ironía a Cepi reprochándole que sabía perfectamente que, desde su regreso a la política municipal, se había empadronado en Oviedo.

Parece todo menor y de tono menor, pero detrás laten las dos almas del PSOE, la que pacta con la derecha y la que pacta con la izquierda, la que quiere planes con Podemos, como Oviedo, y la que prefiere una gran coalición con el segundo partido, aunque sea la derecha (transversal), como Siero. La política nacional debería mirar hacia el laboratorio de Siero, donde en los últimos años se ha visto que todo pacto es posible porque lo que no da la aritmética lo consigue la política, no como en Madrid, que, o ganan por mayoría absoluta, o no saben qué hacer.

Felipe González Márquez, expresidente del Gobierno de España y ciudadano colombiano, tan seguro de lo que hay que hacer en Venezuela y tan incapaz de decir qué hay que hacer en España ni aunque se le den cuatro páginas de periódico para explicarse, debería acudir a aprender Pensiero (el pensamiento político centroastur), y con él, todos los demás.

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