En corto y por derecho

Rajoy no va a dar en roxo

El presidente en funciones, especialista en hacerse el sueco, se asemeja al guionista de "Vikingos"

Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno en funciones, quisiera estos días ser Michael Hirst, el guionista sueco de la serie "Vikingos", a quien tanto se parece, para ser recibido como él y preguntado por cómo va a ser su cuarta temporada. Rajoy, especialista en hacerse el sueco, quizá no tenga segunda temporada. Una encuesta de El Mundo-Sigma Dos daba ayer que el 74,7% de los españoles y el 48% de los votantes de los conservadores creen que Rajoy debe renunciar a ser cabeza de lista en unas hipotéticas elecciones generales. Todo eso el mismo día en que su ciudad, Pontevedra, le declara persona non grata por haber ampliado 60 años más el contrato de la papelera Ence para seguir atufando la capital de provincia gallega a la vez que produce papel. Vaya papelón.

Durante todo el fin de semana pasado las redes sociales bromearon con el parecido entre el guionista y el político. Ya quisiera el político que sus vikingos hubieran salido a depredar fuera en lugar de atracar sus barcos en los puertos de las concejalías de Urbanismo para saquear a sus conciudadanos y que no le dijeran lo que tiene que hacer hasta sus compañeras investigadas. Es verdad que la tercera temporada de "Vikingos" acabó con dos grandes traiciones, las de Floki y Rollo a Ragnar, incomparables a las que puedan venir ahora, cuando la marcha de Rajoy ya es una conversación en el PP. ¿Soluciones? Pocas. Y difíciles. Rajoy no es de dejarse crecer la melena, es decir, de adoptar nada de la nueva política, ni de excederse de lo razonable en lo que se hace o se dice, siendo como es un adalid (al menos formal) del sentido común y de la mesura. O sea, que ni se va a soltar la melena, si va a dar en roxo, luego no tiene posibilidades de parecerse a Michael Hirst de verdad.

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