Gracias a todos

La necesidad de regeneración de una institución clave para el porvenir de Asturias

"Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo" dijo el gran Cervantes, del que ahora conmemoramos 400 años después de haberse ido. Y gracias es la palabra que quiero expresar a la comunidad universitaria después de la primera vuelta de las elecciones al rectorado. Gracias a los que me votaron y a todos los que han participado en el escrutinio porque con su ejercicio democrático hacen mejor a nuestra Universidad. Gracias a los muchísimos estudiantes que me han votado y los colegas y compañeros que han visto en mi candidatura una oportunidad para el cambio. Con ello han sembrado una semilla que ha respondido a la llamada clara que hicimos bajo un lema claro y simple de que "otra universidad es posible".

Nosotros fuimos ciertamente el voto del cambio. Un cambio que quería darle más protagonismo y más poder a los estudiantes, que son el alma de la universidad; más estabilidad y mejor futuro a los jóvenes profesores precarios; más descentralización a los campus; más internacionalización a la institución, y más, mucha más, vinculación con la sociedad asturiana a la que se debe y no sólo con las empresas, porque la gran empresa del conocimiento es la propia Universidad.

Muchos votantes han respondido positivamente a estas propuestas de cambio, propuestas que quien sea finalmente elegido rector no podrá ignorar si quiere impulsar de verdad la regeneración, la modernización y la excelencia de una institución clave para el porvenir de Asturias.

Y a propósito de la elección, se especula con la orientación del importante caudal de votos que nos dio la comunidad universitaria en la segunda vuelta, presentándonos como los árbitros del empate técnico hoy planteado. Como es natural, estamos obligados a escuchar a los dos candidatos que quedan en liza, pero a continuación debo decir que el voto es libre, que por mi parte no tengo ni voluntad ni capacidad para orientar el voto y que, como no podía ser de otra manera, cada uno de nuestros electores decidirá según su conciencia y según sus ideas. Como debe ser.

Claro que si uno no sueña, jamás verá cumplidos sus sueños. Así que en mi candidatura seguiremos soñando después de la semana que viene con una Universidad mejor. Y para ello mi grupo de campaña, y todos los alumnos y compañeros que quieran sumarse, vamos a continuar la tarea que iniciamos hace meses creando una plataforma de encuentro, que desde una posición constructiva y crítica a la vez colaborará en el empeño de hacer que la Universidad de Oviedo vuelva a ser una gran Universidad, como lo fue hace un siglo.

Por último, me siento especialmente honrado de haber contado con los magníficos compañeros que trabajaron conmigo en esta campaña electoral sin otro interés que pensar y proponer otra universidad mejor, donde se impusieran valores tan importantes como la justicia y la verdad. El propio Cervantes dijo que la verdad puede enfermar pero es tarea de todas las personas decentes devolverle la salud. Eso es lo que honestamente, sin artimañas y sin máscaras, hemos intentado.

Muchas gracias a todos.

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