Candidato por el PP al Congreso

Elecciones primarias en Ciudadanos: ver para creer

La formación naranja incumple el sistema de designación de candidatos que quiere imponer al resto de partidos

Publicaba hace algo más de un mes el diario LA NUEVA ESPAÑA un artículo de quien suscribe sobre la proposición de ley presentada por PSOE, Ciudadanos e Izquierda Unida que pretende la modificación del actual régimen de elecciones a la Junta General del Principado titulado "Nueva ley electoral: el adanismo interesado". Criticaba en él buena parte de una serie de cambios que se planteaban sobre la actual ley, y denunciaba el desconocimiento de la práctica y de la mecánica electoral partiendo de ese adanismo tan de moda hoy por aquellos que creen que se ha perdido mucho tiempo esperando su llegada a la política.

Esas supuestas buenas intenciones reformadoras se terminaban traduciendo, entre otras cuestiones, en que el resultado del reparto de escaños beneficiaba descaradamente a los partidos minoritarios respecto a los mayoritarios, no sólo no mejoraba la proporcionalidad del voto, sino que perjudicaba gravemente a las circunscripciones del oriente y occidente asturiano, o en aspectos tan prosaicos como los referidos a la financiación electoral, se garantizaba a los partidos minoritarios existentes el cobro con fondos públicos del reparto por correo de sus candidaturas, independientemente del resultado que obtuviesen en las elecciones, cuestión que con la actual ley afortunadamente no pasa.

Pero debido a las limitaciones de espacio exigidas para cualquier artículo en un medio de comunicación no analicé todos los aspectos novedosos que se proponían. En concreto, no abordé una de las propuestas estrella que Ciudadanos esgrime entre sus fundamentos políticos para reformar nuestra sociedad, como es la selección de los candidatos a través de procesos de primarias. En su programa a las elecciones generales plantea poner en práctica este sistema como medio para mejorar el funcionamiento democrático de los partidos políticos, y como no podía ser menos, la propuesta de modificación de la ley electoral asturiana obliga a los partidos a elegir su candidato a la Presidencia por este sistema. Cuestión de coherencia.

Apenas han pasado unos meses, se han disuelto las Cortes y se han convocado unas nuevas elecciones. La mayoría de los partidos políticos repite los mismos candidatos que presentaron en diciembre, salvo casos excepcionales, y cuando por alguna circunstancia tiene que cambiarlos aplica los sistemas de sustitución previstos en sus estatutos.

Pero para sorpresa de todos, ¿qué ha ocurrido con el partido Ciudadanos, de corta trayectoria nacional, que pretende modificar las leyes electorales para obligarnos a los demás a que todos tengamos que utilizar su sistema en la elección de nuestros candidatos? El partido emergente ha cambiado a dieciocho de sus candidatos, buena parte de ellos números uno de las listas, sin primarias, sin dar explicaciones a quienes hace apenas unos meses habían ganado éstas y aparcándolos de las listas por quienes decide el dedo de "la dirección" de Ciudadanos.

A las primeras de cambio, las primarias y la coherencia al desván. Ver para creer.

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