Alberto Menéndez

Objetivo, Areces

Una de las razones por las que Podemos quiere quedar por delante del PSOE en Asturias es por acabar con la carrera política de Vicente Álvarez Areces, exalcalde de Gijón, expresidente del Principado, pero, sobre todo, para los seguidores de Pablo Iglesias en la región, el más claro ejemplo de la vieja política, aquella con la que pretenden acabar. Por eso su gran interés en conseguir que Álvarez Areces no salga elegido senador.

Según los cálculos del partido morado, el pacto con IU le asegura a la coalición electoral Unidos Podemos el segundo puesto en Asturias en las elecciones generales del 26 de junio. Aunque sus dirigentes regionales no lo dicen públicamente, dan por seguro que los comicios los volverá a ganar la derecha, la candidatura PP-Foro. Pero a los podemistas con el "sorpasso" les basta. Lograrían un senador, que le arrebatarían a los socialistas, pero, además, con el valor simbólico añadido que supone que ese escaño sería el que venía ocupando hasta ahora Vicente Álvarez Areces.

Tras haber desdeñado repetidamente en las últimas semanas a sus ahora compañeros de coalición electoral, IU de Asturias, los responsables regionales de Podemos insisten de nuevo en los propósitos que se habían marcado al comienzo de la legislatura autonómica, que no son otros que intentar apropiarse del espacio político que los socialistas han venido ocupando en las última décadas, en muchas ocasiones en colaboración con la misma Izquierda Unida que, despechada y todo, ahora acude a las urnas en colaboración con la formación que lidera Pablo Iglesias.

Para Podemos-Asturias la disputa del próximo 26-J no es entre derecha e izquierda. A los podemistas de la región que gane PP-Foro les importa mucho menos que ellos queden por delante de los socialistas. En su estrategia a medio y largo plazo ser la segunda fuerza de la comunidad o, yendo a la personalización, retirar a Álvarez Areces significa mucho con la vista puesta en los comicios autonómicos de dentro de tres años. Eso sí, no lograrlo sería un fracaso sin paliativos.

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