El grupo de investigación de Electroanálisis de la Universidad de Oviedo (GEUO) ha sido noticia regional de la que se ha hecho eco LA NUEVA ESPAÑA y eso fuerza mi intervención y comparecencia pública ante uestedes, queridos lectores.
Ya jubilado de manera anticipada e incentivada, titulo pomposo con el que el hasta hace poco Rector nos bautizaba, pese que la incentivación hubo que recuperarla en los tribunales de justicia ordinaria, todavía acudía a "escondidas" a los seminarios mensuales para continuar en contacto con la ciencia y con el grupo que se fundara allá por los años ochenta. Y desde aquí no puedo menos que agradecer y aplaudir lo mucho y bueno que han producido científicamente desde entonces. A raíz de mi jubilación "forzada" por causas mayores en el año 2010 el grupo, con los avatares propios de la familia universitaria, aun sigue en pie y por mor del nuevo líder que lo encabeza, la doctora María Jesús Lobo, cosechando importantes triunfos académicos.
No puedo menos que felicitar el entusiasmo de un grupo "capitidisminuido" debido a la crisis y que tuvo que luchar contra viento y marea contra la precariedad económica y los imponderables de una pésima ordenación académica, que ha burocratizado en exceso las cargas académicas de quienes se supone han de ser docentes e investigadores al 100%. Por todo ello es de estricta justicia alabar que un grupo, en sus orígenes constituido por una cátedra, seis profesores numerarios, un Ramón y Cajal y postdoctorandos, pese a bajas imponderables, jubilaciones falta de becas, etc, perviva a día de hoy. No solo eso sino que mantiene una correspondencia fluida con universidades europeas e iberoamericanas que gracias a las nuevas tecnologías y videoconferencias hace del grupo un ente vivo en la difusión y transmisión del conocimiento.
Y es que la creación de una nueva patente de tanta importancia social y de tanta trascendencia, que permita el desarrollo de un nuevo sensor de gluten, es motivo de satisfacción para el grupo aludido, la Universidad que lo acoge y el Principado que debiera apoyar su trabajo superando dificultades salvables, simplemente prestando un mayor servicio a la investigación.
Entretanto espero poder seguir acudiendo con un nuevo salvoconducto, que el flamante rector me ha prometido, a seguir aprendiendo lo mucho y bueno que el grupo de investigación que vi nacer siga haciendo.
¡Larga vida al GEUO!