Oncólogo

El tributo que Asturias debe al doctor Delclós

El legado y la impronta en la región de un especialista catalán en radioterapia

Conocí al Dr. D. Luis Delclós Soler en el año 1969, cuando me admitieron en el Hospital General de Asturias (HGA) para realizar el internado rotatorio, tras finalizar la carrera de Medicina. Dos años antes se había firmado un convenio entre la Diputación Provincial de Asturias, la Caja de Ahorros y la Asociación Española contra el Cáncer, con la finalidad de poner en marcha un Centro de Oncología, en Oviedo, en el contexto del HGA. Para llevar a cabo este proyecto se contrató en 1969 al Dr. Delclós quien en aquellos momentos ocupaba un puesto importante en el Hospital M.D. Anderson de Houston, centro en el que desarrolló una serie de técnicas de gran trascendencia en el tratamiento del cáncer ginecológico.

Durante su estancia en Oviedo el Dr. Delclós puso en marcha tratamientos pioneros que sorprendían a los ginecólogos españoles. Entre las contribuciones del Dr. Delclós al tratamiento de los tumores ginecológicos, podríamos destacar la técnica de radioterapia en banda móvil en el carcinoma de ovario, la aplicación de braquiterapia (radium) previo a cirugía en el carcinoma de endometrio y el tratamiento con radioterapia externa radical en el tratamiento del cáncer de cérvix. Una anécdota que refleja el prestigio internacional de Dr. Delclós ocurrió en Milán al inicio de los años 80. Al finalizar una de las reuniones de trabajo del Grupo Cooperativo de Tumores Ginecológicos Europeo (EORTC), uno de los ginecólogos más conocidos de Italia, el Dr. Mangioni, al darse cuenta que yo trabajaba en Oviedo se me acerco y me saludo con un inglés muy italianizado: ¡Hombre Oviedo, la ciudad de Delclós!; conocía Oviedo por Delclós.

Este fue el bagaje que dejó el Dr. Delclós en el año 1971, tras tres años de dedicación al Centro. Ante la imposibilidad de asegurar que la unidad creada tuviese un flujo de enfermos suficientes para desarrollar el pequeño Houston en Asturias, Delclós decidió regresar al M.D. Anderson. En aquel momento el poder en materia sanitaria lo tenia Ministerio de Trabajo, porque poseía el dinero y los enfermos. Al impedir la Residencia Sanitaria de Oviedo, que pertenecía a dicho ministerio (por los intereses de algunos particulares y los poderes fácticos de entonces), un concierto con la Diputación para tratar los enfermos de la Seguridad Social en dicha unidad, el Dr. Delclós no tuvo más remedio que regresar a Houston. Después entró en escena el Dr. Reinerio, quien junto con el Dr. Roiz Noriega hizo posible, a base de un trabajo discreto pero perseverante, que unos 20 años más tarde el Servicio de Radioterapia del HGA fuese centro de referencia en la provincia.

A ello contribuyeron, por supuesto, los cambios de la política sanitaria nacional y luego la autonómica. Las cualidades humanas del Dr. Delclós fueron expuestas en un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA el día 29 de junio con el título: "Adiós a un impulsor de la radioterapia en Asturias", escrito por el actual jefe del Servicio de Radioterapia Oncológica del HUCA, Dr. Germán Juan. En dicho escrito el autor nos recuerda el apoyo que recibieron de Delclós desde Houston, tanto él, como Javier Vivanco y el Dr. Reinerio, físico y jefe del Servicio de Radioterapia en aquellos años, respectivamente. Fui testigo de la actualización de conocimientos y de técnicas que se fueron adquiriendo gracias al continuo intercambio entre ambos centros, tanto a través de las estancias en Houston de varios profesionales de HGA, especialmente del Dr. Reinerio, como de las visitas a Oviedo, que cada ciertos años nos hacía el Dr. Delclós. También fueron muchos los enfermos que se beneficiaron de este intercambio y de la posibilidad de consultar y acceder al M. D. Anderson.

También los oncólogos de la otra especialidad oncológica, la Quimioterapia (Oncología Medica), le estamos muy agradecidos. Días antes de retornar a Houston, el Dr. Delclós le comentó al Dr. Sanchís, gerente entonces del HGA, que si aparecía por allí algún especialista en quimioterapia, que lo contratase; pues había pocos , incluso en EEUU, bien preparados en esa especialidad. Así que cuando en 1973 visitó el HGA el Dr. Brugarolas recién terminada su formación en America, el Dr. Sanchís lo contrató para poner en marcha la Unidad de Quimioterapia e Inmunoterapia. Este Servicio en el que trabajé desde 1974 hasta el 2011, es el hoy conocido con el nombre de Oncología Medica.

El sentimiento que experimentamos por la muerte del Dr. Delclós, fallecido en su casa en Houston el 22 de junio pasado, debería materializarse en algo más que en unas emotivas letras de recuerdo. Estamos pendientes de la instalación de un sexto acelerador en el Servicio de Radioterapia, necesario en Asturias, según el Libro Blanco de la especialidad y por la evidente angustia que origina a los enfermos , a los familiares y al personal de Radioterapia, los retrasos en recibir el tratamiento. No quisiera alargar el texto apuntando las posibles soluciones para su financiación. Solo se me ocurre proponer al Dr. Germán Juan que el día que se ponga en funcionamiento el nuevo acelerador, dediquen al Dr. Delclós la sala de tratamientos donde este se instale. Ese día, desde su morada actual Luis nos dedicará unas palabras llenas de aquella simpática ironía con musicalidad tejana y el acento catalán que le caracterizaba, porque él también nació en el Mediterráneo, cerca del mar.

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