En corto y por derecho

Un portaaviones para chatarra

El Ministerio de Defensa saca de nuevo a subasta los más de trece millones de kilos de metal del "Príncipe de Asturias", tras quedar desierto el primer intento

Al portaaviones "Príncipe de Asturias" lo jubilaron en diciembre de 2013. Costaba mantenerlo unos 30 millones de euros al año y había participado, sin participar, en una guerra, la del Golfo, aquélla que ese fino estilista de la política llamado José María Aznar consideraba vital para la supervivencia de la civilización occidental. La nave pasó de ser el símbolo de la Armada a un problema atracado, más de trece mil toneladas flotantes a las que no hubo forma de darles destino alternativo.

Ahora, el Ministerio de Defensa, que preside de forma interina Pedro Morenés Eulate, ministro nacido en Vizcaya, a la orilla del Cantábrico como quien dice, acaba de sacar el portaaviones en pública subasta para venderlo como chatarra. Precio de salida: 2,4 millones de euros.

No dudan en el Ministerio que alguien se llevará el barco para casa. Cuando el año pasado se promovió la primera subasta del barcón el precio de salida era de 4,8 millones. Un exceso de optimismo que acabó de mala manera. O sea, con la subasta desierta y el barco oxidándose en una dársena de Ferrol. La chatarra no cotiza tanto.

El "Príncipe de Asturias" fue inaugurado por Juan Carlos I, rey emérito al que le dio tiempo, por tan sólo unos meses, a darle de baja antes de darse de baja él. Comenzó a navegar (el portaaviones) en noviembre de 1987 y se le sacó partido durante casi treinta años, en un destajo náutico y mediático inevitable en un país con un portaaviones. Es decir, con el portaaviones. Ahora ni siquiera eso.

Los que se quieran hacer con el barco para reducirlo a cachinos tienen que poner sobre la mesa una fianza de casi 500.000 euros. El 29 de septiembre se abrirán los pliegos con las ofertas y la Armada se quitará un peso de encima. Para esa fecha España tendrá un nuevo ministro de Defensa. ¿O no?

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