El Ministerio del Interior acaba de hacer pública la estadística de infracciones penales registradas en España en el primer semestre del año. Según la misma la seguridad en Asturias es aceptable, pero se está erosionado progresivamente. Si en los datos del primer trimestre del año aparecieron datos preocupantes en algunos delitos en, el análisis semestral, se mantienen incrementándose de forma llamativa en algunas de nuestras ciudades. Los mismos inciden en la seguridad de las personas y sus domicilios, es decir, son los que más sensación de inseguridad generan.
En el conjunto de Asturias destaca el aumento de los robos con fuerza en domicilios en un 31%, quince veces más que en el conjunto de España. Por ciudades me preocupa especialmente Avilés, en la que aumentan, prácticamente, todos los delitos lo que exige, del Ministerio del Interior, tomar medidas de forma inmediata. En Gijón y Siero siguen existiendo problemas importantes por robos en viviendas. Solo hay buenas noticias para Oviedo que presenta una buena estadística.
¿Por qué este empeoramiento de la buena seguridad que Asturias exhibía en los últimos años? Sobre todo por la importante disminución del número de guardia civiles y policías que se ha producido, en nuestra comunidad autónoma, en los últimos cuatro años. Son, aproximadamente, 600 menos y lamento no poder dar la cifra exacta dada la contumaz negativa del Ministerio del Interior a responder a la petición de dichos datos.
También están influyendo nuevos aspectos organizativos de la jornada laboral, vacaciones y permisos de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad. Era de justicia llevarlos acabo, pero se ha hecho sin nuevas contrataciones y sin recursos económicos para compensar horarios y jornadas extras.
Al mismo tiempo ha disminuido sustancialmente la inversión en recursos materiales necesarios para llevar a cabo una eficaz labor policial. Asturias aún conserva unos aceptables parámetros de seguridad, pero si Interior no empieza a poner solución a los problemas mencionados, seguirá deteriorándose año a año, lo que sería una muy mala noticia para los asturianos y para nuestra imagen económica y social.
Por ello pido al Gobierno de España un aumento paulatino y sostenido de los efectivos policiales perdidos en los últimos cuatro años y de los recursos materiales que posibiliten aprovechar eficazmente el gran potencial profesional que mayoritariamente tienen la Policía y la Guardia Civil en Asturias.
