Presidenta de Foro Asturias

Melquíades Álvarez, en el canto de la moneda

Una conmemoración obligatoria para recuperar el acervo político de Asturias

Estudiar Derecho en la Universidad de Oviedo deja huellas difíciles de olvidar e imposibles de borrar. Una de ellas es el encuentro inevitable con Melquíades Álvarez quien había ganado en la Vetusta de Leopoldo Alas "Clarín" la cátedra de Derecho Romano que, a su vez, había dejado poco antes su amigo el autor de "La Regenta".

Aquél recuerdo inolvidable me empujó unos años después a acercarme mucho más a Melquíades Álvarez, ilustre asturiano, fundador del Partido Reformista, diputado en muchas legislaturas, presidente del Congreso en vísperas del golpe de estado de Primo de Rivera (contra el que luego conspiró en numerosas ocasiones para poner fin a su dictadura) y que murió trágicamente asesinado en la Cárcel Modelo de Madrid hace ahora 80 años. La ocasión del reencuentro llegó de la mano de su nieta, Sarah Álvarez de Miranda, autora de una apasionante biografía que lleva por título "Melquíades Álvarez, mi padre. En el canto de la moneda", que leí con gran interés y que conservo entre mis libros favoritos. Una biografía que, según su autora, busca "arrojar un poco más de luz sobre esos años que a nadie ha convenido ni en la cara ni en la cruz mirar objetivamente. Y por eso el centro, el canto de la moneda, ha sido durante casi medio siglo borrado sin piedad, y con ello los hombres que tan generosamente lucharon y dedicaron su vida a buscar la tercera vía, la única que hubiera evitado la guerra civil".

Todas estas ideas acerca de la vida y las ideas de Melquíades Álvarez fueron ahondando las huellas de mis recuerdos estudiantiles, muchos años antes de que en 2011 un puñado de asturianas y asturianos nos lanzáramos a la aventura de regenerar la degradada política asturiana y encontráramos en las ideas reformistas y europeístas de nuestro paisano Melquíades Álvarez las referencias ideológicas de la nueva vía para sacar a Asturias de su imparable decadencia.

Lo mismo pensaba entonces mi admirada Sarah Álvarez de Miranda cuando, en una entrevista concedida a un periódico regional, reafirmaba que las ideas de su abuelo Melquíades Álvarez sirven para "hacer recapacitar a los asturianos sobre el hombre al que han dado la espalda durante décadas. Cascos dijo que se siente orgulloso de Melquíades pero mucha gente no sabe ni quién es.

He tratado en Madrid a ministros que no le conocían y a gente que se supone que tendría que estar al tanto de todo y no saben quién es Melquíades Álvarez". El intento de Francisco Álvarez-Cascos y de Foro para hacer recapacitar a los asturianos quedó patente, una vez más en 2012, cuando presentó su libro "Gobernanza a tres turnos" y dejó meridianamente claro cuáles eran las claves de nuestro el proyecto innovador, al anunciar que "en sus páginas encontrará la explicación desapasionada de la motivación cívica que movilizó a tantos asturianos a rebelarse contra la política tramposa y contra la resignación. También le incitará a reflexionar sobre la potencia regeneradora del reformismo europeísta que inspiró los discursos de Melquíades Álvarez contra la degradación de los dos grandes partidos dinásticos de la época, y su vigencia en la Asturias de hoy. Quizás le obligue a meditar sobre la discriminación objetiva que padece Asturias, sobre nuestro estancamiento y nuestro aislamiento, sobre sus causas y sus remedios".

Nadie podrá poner en duda la sinceridad del compromiso programático de Foro con las ideas de Melquíades Álvarez, invalidado como tantas veces en nuestra historia por el sectarismo de los miopes dirigentes de los dos bandos antagónicos. ¡Cómo me acordé del mensaje elocuente del título de Sarah Álvarez de Miranda, "En el canto de la moneda", cuando los inmovilistas asturianos se unieron en su pacto de hierro para hacer inviable el gobierno regenerador de Foro, como había sucedido un siglo antes en España con el Partido Reformista! ¡Qué difícil es hacer política de cambio y presidir un gobierno de progreso en el canto de una moneda!

A Melquíades Álvarez lo condenaron al olvido implacable los vencedores y los vencidos, la izquierda y la derecha, los instalados partidarios de que todo siga igual... aunque "igual" signifique de mal en peor. A Foro ya lo intentaron con éxito una vez, frustrando la salida de progreso al declive fatal de Asturias.

Estas meditaciones me parecen cada día más necesarias, y me dan fuerzas para perseverar en el empeño porque la discriminación objetiva que sufre Asturias, sumida en un proceso imparable de divergencia en crecimiento económico y en creación de empleo con el resto de España, es inaceptable. Por eso me parece muy importante evocar el recuerdo inspirador de aquellos asturianos que buscaron un camino de progreso para la sociedad de su época, con objeto de que no se pierdan ni su ejemplo ni sus ideas en el cementerio del olvido. Si el empeño de los apóstoles de la "memoria histórica", tan de moda en estos tiempos, fuera sincero y constructivo para consolidar la reconciliación nacional y restaurar las auténticas vías de progreso en Asturias y en España, el suceso del 80 aniversario del asesinato trágico de Melquíades Álvarez debería de constituir una conmemoración de obligada celebración para recuperar nuestro acervo político.

Pero el empeño sectario de rescribir la historia con la brocha de tapar los hechos y el bolígrafo de enterrar los recuerdos no es más que un desahogo inútil del resentimiento colectivo y un obstáculo objetivo que lastra las opciones de cualquier sociedad para construir una alternativa superadora de las causas de la decadencia asturiana.

Ese es el patrimonio que nos legó Melquíades Álvarez. Es el patrimonio que queremos recuperar y continuar desde Foro.

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