En corto y por derecho

De Candás de Onís a Cocadonga

La toponimia alternativa de la Vuelta Ciclista a España

La etapa de la Vuelta a España que el pasado lunes acabó en los Lagos supuso un auténtico espectáculo deportivo y, gracias a la retransmisión televisiva y a las benignas condiciones climatológicas, también sirvió de gran escaparate para la promoción turística de la región. Sin embargo, y como viene siendo habitual siempre que la ronda nacional pasa por el Principado, los queridos compañeros encargados de cantar y contar las bellezas paisajísticas y las gestas de los esforzados de la ruta, que diría el clásico, hicieron un uso un tanto peculiar de la toponimia astur.

Y es que los ciclistas, tras bajar el puerto del Fito, se plantaron en Parres y, de ahí, a un lugar identificado como Candás de Onís, donde nadie aclaró si el público estaría disfrutando de las tradicionales marañuelas. Lo que sí despertó la localidad fue una agria polémica a través de internet entre el locutor de Televisión Española y varios espectadores a cuenta del origen del denominado "puente romano" cangués. "Yo no dije que fuera romano, dije que se le llama romano", se justificó Carlos de Andrés Perdiguer ante los internautas que le acusaban de desconocer la historia local. Por cierto, el compañero de Pedro Delgado Robledo ya había generado otra polémica el día anterior al asegurar que Santa María del Naranco, una de las joyas del Prerrománico asturiano, es una iglesia.

El caso es que, tras pasar por esa Candás de Onís, el pelotón continuó en dirección al parque nacional de los Picos de Europa, donde está ubicado lo que alguno denominó como el Naranco de Bulnes, que parece ser el Picu Urriellu y no la cima ovetense en cuya falda, según De Andrés, está desde hace más de mil años la iglesia de Santa María .

La carrera de despropósitos siguió cuando un tuit de la Vuelta a España informó de que el final de etapa estaba en los Lagos de Cocadonga, tal y como prueba la captura que acompaña esta gacetilla. No es de extrañar, por tanto, que alguno se emocionara ante la gesta del "escarabajo" colombiano Nairo Alexander Quintana Rojas, como una auténtica flecha ante "el embalse de Encina".

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