El invierno demográfico azota a Asturias. Es, sin duda, uno de los principales problemas de nuestra región. Y no parece que la situación vaya a escampar, porque el Gobierno regional no procura oportunidades a los jóvenes, nos somete a un auténtico infierno fiscal y no hace más que poner trabas a las familias asturianas.
Para el Partido Popular de Asturias, sin embargo, las familias deberían ser una prioridad presupuestaria y el pilar de nuestro gasto público. En este contexto, se enmarca una de nuestras propuestas políticas irrenunciables: la gratuidad de los libros de texto. Ha llegado el momento de dar ese paso definitivo, demandado, además de por las familias, por directores, profesores, expertos educativos y autoridades políticas e instituciones de toda índole.
Y no sólo debemos conformarnos con eso. Debemos aspirar, para el año 2020, a la conversión de esos libros de texto en contenidos digitales que todos los alumnos puedan disfrutar en sus ordenadores o tablets. Algo en lo que nuestra región está a la cola de España, como en tantas otras cosas.
En Asturias se hace especialmente necesaria la gratuidad de los libros de texto (o libro digital) por la nefasta gestión que el Gobierno socialista hace de las ayudas para su compra. Somos la comunidad autónoma española que fija el límite de ayuda más bajo, con 105 euros, y que pone las exigencias más duras y menos accesibles. Al ser manifiestamente insuficiente, son los ayuntamientos y las asociaciones de padres y madres las que tienen que complementarla y organizar por su cuenta repartos o préstamos de libros.
La imagen, hace unos días en Gijón, de decenas de padres y madres haciendo cola hasta 20 horas para conseguir un libro de texto se segunda mano debería hacer pasar vergüenza al Gobierno regional. Es que, con imágenes como ésta, en lugar de Asturias, parecemos la Venezuela de Maduro.
Pero, a día de hoy, lo cierto es que el Partido Popular es la única fuerza política en Asturias que exige la gratuidad de los libros de texto. Nosotros llevamos una Proposición no de ley a la Junta General del Principado ya en el año 2014 que fue rechazada por la izquierda. Nosotros incluimos esa propuesta en nuestro contrato con los asturianos, el programa electoral. Y es nuestro partido a nivel nacional quien ha desarrollado un ambicioso programa para extender la banda ultrarrápida por todos los colegios españoles y la formación del profesorado en contenidos digitales.
Y no nos quedamos en las palabras, sino que lo demostramos con los hechos. En los presupuestos del año 2015 que el Partido Popular de Asturias aprobó al Gobierno socialista (en un gesto de generosidad del que podrían aprender los líderes nacionales de ese partido en estos días), se incluyó como una de nuestras exigencias la deducción a las familias por la compra de libros de texto y material escolar, así como por los gastos de guardería. Por esta exigencia de nuestro partido, conseguimos que las familias vieran devueltos hasta 150 euros en su declaración de la renta.
Los socialistas asturianos y sus socios, los comunistas, siguen anclados en el "no": "No hay disponibilidad presupuestaria", "quien pide eso, pide un imposible" y un sinfín de descalificaciones a quienes exigimos esta medida. La respuesta que les damos es muy fácil de entender: eliminen gasto superfluo de chiringuitos y "mamandurrias" y verán cómo esta iniciativa puede desarrollarse en Asturias. La elección es clara: o mantener una macroestructura de chiringuitos ineficientes e ineficaces que sangran nuestros bolsillos y ahogan nuestro presupuesto o apostar por las necesidades reales de Asturias y sus familias. Ésta es la cuestión.
